En el número 125 de Info-RIES publicábamos un artículo sobre la vida en la comuna que tiene en la localidad de Agones (Asturias, España) la secta Las Doce Tribus. Unos días después, el diario La Voz de Asturias publicaba, en su suplemento Cuaderno del Domingo, un artículo de investigación de Javier Cuevas sobre el mismo grupo y el mismo lugar, que reproducimos a continuación.
Era el año 2003. Un pequeño grupo, que en aquel momento se presentó como ecologista, adquiría por unos 180.000 euros una parcela en Agones, un pequeño pueblo a las afueras de Pravia. De esta forma, Las doce tribus, una comunidad religiosa de ámbito internacional que ha sido tachada de secta en varios de los países en los que actúan, extendía sus ramificaciones hasta Asturias. Su filosofía, afirman, es la de los primeros cristianos. La austeridad salta a la vista en la ropa que llevan y en el barracón donde viven la mayoría de sus miembros –dicen los vecinos que entre 30 y 40 personas– y que no es otra cosa que unas antiguas caballerizas donde cada cubículo se ha transformado en una minúscula habitación. Contrasta, sin embargo, su parque móvil. Todoterrenos y grandes furgonetas de importación americana cuyo consumo no parece cumplir con el compromiso ecológico del que presumen.
La parcela de Las doce tribus está estratégicamente alejada del pueblo, al lado de un camino por el que casi nadie pasa. De este modo, escapan de los curiosos y su actividad es todavía más discreta. Rufino Menéndez es el vecino más próximo que tienen y uno de los pocos que utiliza este camino. «En cuanto apareces por ahí ya te preguntan a dónde vas», explica. La mayoría de los habitantes de Agones afirman tener una buena relación con los miembros de Las doce tribus, aunque Rufino, policía retirado, mantiene que el comportamiento de la mayoría de ellos es diferente al de sus líderes.
El alcalde de Pravia, Antonio de Luis Solar, comenta que en el municipio se sabe muy poco de lo que pasa de puertas adentro de la finca, y afirma que su participación en la vida social del pueblo se limita a la venta en mercados de verduras, hortalizas o productos de panadería, sin que hasta la fecha haya tenido lugar ningún conflicto con los habitantes de Agones.
Vivir su vida
Dos hombres descansan a la puerta de la casa principal, donde según sus vecinos, viven las personas que toman las decisiones en el grupo. Aseguran que las pocas veces que han confiado en la prensa para que relate su forma de vida, este relato ha sido tergiversado de forma malintencionada, y también afirman no estar interesados en desmentir las acusaciones de violencia de género o maltrato infantil que en algún momento se han vertido contra ellos. «Estamos aquí viviendo nuestra vida y no queremos que se haga dinero con ello». Quien habla es un hombre de unos 35 años y barba poblada –algo característico de todos los varones de la comunidad– que asegura que los seguidores de Las doce tribus tienen una buena convivencia con el resto de Agones.
Para más información, remiten a la prensa al contenido de su página web, donde se afirma que la iglesia cristiana está en decadencia desde el siglo I, que la juventud es indisciplinada. No figura, sin embargo, que las personas que pasar a formar parte de la comunidad transfieren todos sus bienes a la misma, que será también beneficiaria de los seguros que hayan suscrito.
Apoyadas junto a la puerta descansan dos varas de madera, el instrumento con la que en otras ocasiones han sido acusados de golpear a los niños –ellos lo denominan corregir– dentro de una férrea disciplina de aprendizaje. No ha sido su único problema. A raíz de una denuncia de los vecinos, la Consejería de Educación elaboró en el 2006 un informe en el que se constataba que los seis menores que en aquel momento residían en la finca de Agones estaban sin escolarizar, pese a tener plaza en los centros públicos de su área de referencia. El informe fue remitido al Observatorio de la Infancia y a la Fiscalía del Menor, donde fue finalmente archivado.
El fiscal, Jorge Fernández Caldevilla, explica que la legislación actual no es «muy dudosa» respecto a la obligatoriedad de la escolarización. Aunque es obligatorio que los padres escolaricen a sus hijos, no se establece ninguna sanción en el caso de que no lo hagan. Hasta hay una sentencia del Tribunal Constitucional que deja «cierta libertad» a los padres a la hora de decidir la educación que reciben sus hijos. «Desde luego, lo que no hay es delito», señala Fernández Caldevilla.
El informe de Educación se acompañó de otro más elaborado por la Consejería de Bienestar Social y en el que se determinaba que, salvo el hecho de no estar escolarizados, los menores no se encontraban en situación de desprotección. Los padres tampoco los vacunaban, pero son ellos los que tienen la última palabra sobre el calendario de vacunaciones y, de todos modos, el Principado comprobó que cuando surgía un problema grave, los miembros de Las doce tribus acudían al centro de salud.
Así todo, se solicitaron informes a la Guardia Civil y a la Policía Local de Pravia, así como un reconocimiento de los niños por parte del psiquiatra forense para detectar si se practicaban técnicas de control de conducta pero en el que no se encontró ninguna anomalía. El fiscal matiza que, aunque el caso se haya archivado, la investigación podría volverse a abrir si se confirman los supuestos malos tratos de los que han sido acusados o si se detecta cualquier otra anomalía. Por ejemplo, cita la posibilidad de que alguno de estos menores pueda tener dificultades si en el futuro quiere romper la barrera de la comunidad y relacionarse con el resto de la sociedad.
¿Secta o comuna religiosa?
¿Es o no una secta? Para Luis Santamaría, sacerdote y responsable en España de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), la respuesta está clara si atendemos a sus actos. «En abril de 1997 Las Doce Tribus protagonizó un suceso en el sur de Francia. La secta dejó morir a Raphael Ginhoux, un niño de 19 meses. No se le prestó la atención médica necesaria por la lectura fundamentalista de la Biblia que hace este movimiento», recuerda. Desde la RIES se realiza un seguimiento de los grupos que han sido considerados sectas, trabajo que este colectivo hace público a través del blog http://info-ries.blogspot.com.
Para financiarse, explica, junto a otros pequeños negocios, recurren a la venta de productos artesanos y ecológicos porque «les sirve como escaparate público, y así pueden contactar con personas interesadas en la ecología, la vida alternativa en comunas, la elaboración de artesanía y un amplio abanico de actividades». Es también el motivo, apunta Santamaría, por el que Asturias y Euskadi han sido las comunidades elegidas para sus asentamientos.
El discurso, prosigue el experto, se centra en una oposición entre lo positivo del grupo y lo negativo del mundo exterior. «La obediencia ciega a los ancianos del grupo como expresión de la voluntad divina y las restricciones en el juego de los niños» son otras de las características de Las doce tribus, que a pesar de haber sabido esquivar los problemas legales que han tenido en Asturias siguen dejando muchas dudas.
Fuente: Info-RIES nº 127 (6/04/09).
1 comentario:
Si una persona quiere ver más información sobre las doce tribus culto en español vaya a www.twelvetribes-ex
Aunque ellos se andan por las ramas con los invitados por primera vez, las tribus claramente consideran “el único verdadero trabajo de Dios en la tierra desde los apóstoles.” Siendo el llamado, elegido, fiel, un miembro
repetidamente gritaba en una reunión diaria, “estoy tan agradecido y no me siento avergonzado de declarar que lo somos” lo somos!!! La única gente
de Dios! Somos la gente que él siempre ha querido y nunca ha conseguido! Las tribus enseñan que solo ellos poseen el espíritu de Dios. “Si usted esta en el mundo, usted tiene otro espíritu, o quizás un ángel que lo conduce al
cuerpo de Dios. (Tribus)
Publicar un comentario