martes, 6 de enero de 2009

Soka Gakkai, Brahma Kumaris y la Fe Bahá’i, en el Movimiento Interreligioso de Sevilla


“Apuesta por la espiritualidad y la paz. El Movimiento Interreligioso de Sevilla fomenta el diálogo entre las distintas creencias por un mundo mejor”. Así titulaba hace unos días el Diario de Sevilla un artículo firmado por Manuel Conradi, en el que se informa sobre las actividades que lleva a cabo en esta ciudad española el Movimiento Interreligioso de Sevilla (MIS).

Como puede leerse a continuación, en esta plataforma del típico “diálogo interreligioso” de corte sincretista y aglutinador de lo más variopinto, coexisten tradiciones religiosas con otros grupos contemporáneos de cariz más “espiritual”, algunos con raíces en la Nueva Era y otros calificados de sectas por los expertos. Desde la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) ya se ha informado sobre otras plataformas parecidas, como el Parlamento Argentino de las Religiones. Además, el miembro de la RIES Luis Santamaría escribió recientemente un artículo sobre esta cuestión, que puede leerse en el nº 109 de Info-RIES.

Cada vez que se reúnen, colocan los libros fundamentales de las distintas tradiciones espirituales -el Bhagavad Gita del hinduismo, la Biblia cristiana, el Corán islámico, la Torá judaica, el Ketabe Aqdas (Libro de las Leyes) de los bahá'ís...- y leen textos de los mismos. "Estamos en el proceso de conocernos", admiten. Llevan haciéndolo desde hace más o menos un año, aunque la iniciativa tiene un precedente, el Grupo Unidad, que surgió en Sevilla mucho antes a raíz del mensaje ecuménico de Juan Pablo II en Asís.

Décadas después, varios miembros de aquel grupo -Antonio Bedwar, Concha Vacas...- y otros representantes de asociaciones, ONG y tradiciones religiosas y espirituales se dirigieron al Centro Arrupe para revitalizar ese impulso, que ha dado como resultado el Movimiento Interreligioso de Sevilla (MIS). "Aunque quizás deberíamos cambiarle de nombre", apunta el jesuita Esteban Velázquez, "ya que no sólo participan tradiciones religiosas, sino espirituales. Incluso personas que no son creyentes".

En el Movimiento participan asociaciones como Iniciativa Cambio Personal, Justicia Global, a la que pertenece, entre otros, el propio Esteban Velázquez; o la Fundación Avalon, de la que forma parte Javier Fito; el centro Arrupe (antiguo centro Vida), representado por Manuel Delgado o María Luisa Pascual, por ejemplo; la asociación internacional de Budismo Nichiren Soka Gakkai. La Universidad Internacional Brahma Kumaris, con Esperanza Santos y Manuel de Cires. La tradición Bahá'í, representada entre otros por Heydyeh Nakai, Katayban Ourang y Anabel Calvo, o el budismo tibetano, con Inmaculada Gali Castro.

"Tenemos el vacío de grandes tradiciones religiosas", reconoce Esteban Velázquez, "como son la religión judía, el hinduismo o una presencia más continuada del islam en este movimiento", aunque no puede olvidar la emoción que embargó a los presentes cuando en el primer acto que organizaron todos disfrutaron de los cánticos de dos chicos judíos, incluidos los musulmanes presentes.

Fomentar el diálogo y conocimiento entre las distintas religiones y tradiciones espirituales y colaborar para lograr un mundo más justo y pacífico son los fines últimos de una asociación que, de momento, apunta Esteban Velázquez, se ha marcado unos pasos más concretos como son el de organizar actos del grupo regularmente y una segunda fase en la que estarían, una vez que se conocieran mejor, entablar un diálogo "cotidiano, intercambiando puntos de vista" y apoyar las festividades religiosas de cada tradición.

De momento se ha cumplido con el primer reto y el Movimiento ha organizado o ayudado a organizar durante este año cuatro actos como han sido el Día Internacional de la Paz, el Día Internacional del Medio Ambiente, el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza y el Día Intencional de los Derechos Humanos, además de actos puntuales como el manifiesto que han elaborado para apoyar a los inmigrantes que deambulan sin trabajo por tierras andaluzas.

La Fe Bahá'í, un movimiento religioso surgido en el Oriente Medio y que en tan sólo 150 años está presente en 190 países, ha sido bien acogida, asegura Anabel Calvo, en este movimiento, como lo fueron en el Grupo Unidad "del que formamos parte". Anabel, como todos los compañeros, destaca la importancia de la dimensión espiritual del ser humano en unos tiempos en los que se cotiza poco. "Ahora que se habla tanto de búsqueda de libertad, la verdadera libertad está en separarse del ego. 'La prisión es el insistente yo', escribió el maestro Bahá'U'Lláh".

Otros pilares de este movimiento son aprovechar la riqueza de la diversidad cultural de las tradiciones y la fuerza de los nuevos movimientos, apunta Javier Fito, y la dimensión social para trabajar por la justicia y por la paz, en definitiva, por un mundo mejor.

Fuente: Info-RIES nº 113 (5/01/09).

3 comentarios:

Txomin dijo...

Hola, la Soka Gakkai no es del budismo zen sino del budismo de Nichiren.

Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas dijo...

Txomin:
Gracias por la precisión, estás en lo cierto. Por las prisas, no habíamos reparado en ese error de la noticia original.

Allan W. Knight dijo...

Todos estos encuentros interespirituales e interreligiosos son buenos porque nos acercan mas a entablar dialogos sobre diversos temas que nos consciernen:medio ambiente,conflicto,ciencia,etica, entre otras. Sin embargo, desde mi punto de vista, se han vuelto espacio para hacer proselitismo sectario por parte de grupos de dudosa reputacion, saboteando los esfuerzos de trabajar en unidad y respeto hacia los seres humanos