viernes, 16 de enero de 2009

Juantxo Domínguez: “las sectas usan los problemas de la gente para crear confianza”


La actual crisis económica y el aumento del desempleo están favoreciendo el incremento del número de adeptos a las sectas y la aparición de nuevos movimientos de este tipo en la región española de Baleares, al igual que en el resto de España, debido a la debilidad emocional que presentan algunas de las personas afectadas por la falta de empleo y por la situación que atraviesan las islas y el país en general.

Así lo ha puesto de manifiesto, en declaraciones a Europa Press, el presidente de la Asociación para la Prevención de la Manipulación Sectaria (Redune), Juantxo Domínguez, quien, pese a remarcar las dificultades que supone cuantificar la cifra de nuevos acólitos y sectas, aseveró que estos grupos aprovechan para surgir los vacíos legales existentes al respecto así como el incremento de los casos de estrés y "desórdenes mentales" que "pueden convertirse en puntos débiles".

Según ha advertido, muchos de estos movimientos se dan a conocer al público como asociaciones con fines sociales, ONG's o centros de actividades de crecimiento personal, como yoga o reiki, donde progresivamente "ejercen un control sobre la persona y de forma muy sutil le comprometen con el grupo". Así, en situaciones en las que los ciudadanos "ya no saben a qué recurrir", deciden apuntarse a centros de terapia debido a la actual "crisis de valores" y "viéndose sometidos a extorsiones y engaños".

En el caso de las islas, ha manifestado los movimientos más frecuentes son el caso de las sectas piramidales o destructivas -denominadas así por el efecto que pueden llegar a provocar en la persona y en sus relaciones sociales-, y de grupos orientalistas que nacen en el archipiélago y se expanden al exterior, respecto a lo cual ha aseverado que Baleares es un "punto estratégico" para la aparición de nuevos grupos.

No obstante, ha asegurado desconocer qué condiciones reúne la Comunidad para favorecer este fenómeno, aunque lo ha atribuido al incremento de inmigrantes, a la mezcla de culturas y a la importación de nuevas ideas a las islas. También ha calculado la existencia de otros 25 grupos diversos, como el llamado Osho. Este tipo de grupos "generan una gran dependencia entre la clientela y usan sus problemas para crear confianza, hasta que sacar a relucir sus problemas", ha agregado.

Tal y como ha explicado Domínguez, uno de los principales problemas radica en la falta de regulación de los centros de terapia en el conjunto de España, donde muchos de sus empleados "no son profesionales de la psicología". Y en casos de dificultad económica, la población "está muy perdida, tiene baja la autoestima, presenta enormes vacíos y se muestra muy incauta".

En este contexto, el responsable de Redune ha reclamado, tanto al Parlament balear como al resto de Cámaras autonómicas, una regulación de los centros de psicoterapia así como su implicación en el estudio y control de las consecuencias jurídicas y sanitarias generadas por los grupos de manipulación psicológica. Asimismo, propone que se garantice asesoramiento legal a pacientes y familiares, que Hacienda inspecciones estos centros -debido a las "desorbitadas" cantidades de dinero exigidas- y que se estudien estos grupos entre los profesionales de la salud y la psicología.

Fuente: Info-RIES nº 114 (12/01/09).

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