Un empleado municipal de Rosario no aceptó recibir sangre luego de sufrir un grave accidente laboral debido a que su creencia religiosano se lo permite. Está grave.
Norberto Peckham, de 45 años, sufrió la amputación de una pierna al negarse a recibir una transfusión de sangre en Rosario, informó hoy el sitio La Capital.
Néstor Sosa, director del Sanatorio Laprida donde el paciente se encuentra internado, explicó que continúa en grave estado, mientras le aplican inyecciones para reponer el hierro en la sangre.
Peckham es empleado municipal del área de maestranza de la ciudad de Carcarañá. El accidente que sufrió se produjo el miércoles, cuando trabajaba con una retroexcavadora. En el lugar se realizaron los primeros auxilios, pero ante la gravedad de la herida fue trasladado a Rosario.
Durante el trayecto, advirtió a los médicos que no aceptaría recibir una transfusión de sangre, pedido que repitió al ingresar al quirófano, donde le amputaron la pierna por debajo de la rodilla. Su esposa y su padre lo apoyaron en esta decisión. Sin embargo, uno de sus hermanos dijo que estaban "locos".
Las autoridades del hospital convocaron a un abogado y a un escribano y, tras evaluar otras alternativas, le comunicaron a la familia la necesidad de una transfusión de sangre. "Sería absolutamente mejor que recibiera sangre", explicó Sosa, pero dijo respetar la decisión del hombre. "Uno de enferma y muere como vive", opinó, aunque agregó que ve como algo "perverso" que una religión "vea mejor que alguien muera antes que reciba sangre".
Para el médico, "no hay garantías de nada", ya que la lesión sufrida es importante, con grandes arterias cortadas y mucha sangre perdida.
Norberto Peckham pertenece a los testigos de Jehová. Un responsable rosarino de esa congregación, Santos Cantoni, explicó que no aceptar sangre de otra persona "es un precepto bíblico", aunque rechazó la figura del "mártir".
Por su parte, el bioeticista Francisco Parenti señaló que se trata de un caso de consentimiento informado. "Si una persona es competente (adulta, consciente de sus actos, con sus facultades normales) y conoce los efectos de su decisión, tiene pleno derecho a rechazar una terapia", sostuvo.
Fuente: Infobae, 5/12/08.
Norberto Peckham, de 45 años, sufrió la amputación de una pierna al negarse a recibir una transfusión de sangre en Rosario, informó hoy el sitio La Capital.
Néstor Sosa, director del Sanatorio Laprida donde el paciente se encuentra internado, explicó que continúa en grave estado, mientras le aplican inyecciones para reponer el hierro en la sangre.
Peckham es empleado municipal del área de maestranza de la ciudad de Carcarañá. El accidente que sufrió se produjo el miércoles, cuando trabajaba con una retroexcavadora. En el lugar se realizaron los primeros auxilios, pero ante la gravedad de la herida fue trasladado a Rosario.
Durante el trayecto, advirtió a los médicos que no aceptaría recibir una transfusión de sangre, pedido que repitió al ingresar al quirófano, donde le amputaron la pierna por debajo de la rodilla. Su esposa y su padre lo apoyaron en esta decisión. Sin embargo, uno de sus hermanos dijo que estaban "locos".
Las autoridades del hospital convocaron a un abogado y a un escribano y, tras evaluar otras alternativas, le comunicaron a la familia la necesidad de una transfusión de sangre. "Sería absolutamente mejor que recibiera sangre", explicó Sosa, pero dijo respetar la decisión del hombre. "Uno de enferma y muere como vive", opinó, aunque agregó que ve como algo "perverso" que una religión "vea mejor que alguien muera antes que reciba sangre".
Para el médico, "no hay garantías de nada", ya que la lesión sufrida es importante, con grandes arterias cortadas y mucha sangre perdida.
Norberto Peckham pertenece a los testigos de Jehová. Un responsable rosarino de esa congregación, Santos Cantoni, explicó que no aceptar sangre de otra persona "es un precepto bíblico", aunque rechazó la figura del "mártir".
Por su parte, el bioeticista Francisco Parenti señaló que se trata de un caso de consentimiento informado. "Si una persona es competente (adulta, consciente de sus actos, con sus facultades normales) y conoce los efectos de su decisión, tiene pleno derecho a rechazar una terapia", sostuvo.
Fuente: Infobae, 5/12/08.
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