La prestigiosa revista médica “Annals of Internal Medicine” acaba de publicar un artículo alertando del uso de terapias de hierbas e indicando la necesidad de establecer “un perfil de riesgo-beneficio de las hierbas de uso común”. Lo firma el prestigioso médico Edzart Ernst MD, PhD, FRCP(Edin), afamado especialista en medicinas alternativas.
Ante el preocupante uso de tantas medicinas naturales, naturistas, de para-farmacia, alternativas, etc. provenientes muchas veces de las consultas más o menos clandestinas de los grupos de la Nueva Era (“New Age”) les traemos aquí como alerta algunas notas del resumen del citado estudio clínico.
El artículo ofrece un resumen clínico “orientador de la eficacia y seguridad de hierbas habituales como el Ginkgo, la Hierba de San Juan, el Ginseng, la Equinácea, la Palma enana americana, y la Kava. Siempre que ha sido posible las evaluaciones han sido basadas en revisiones sistemáticas de ensayos clínicos aleatorios. En general estas hierbas no son dañinas, y ofrecen más capacidad de hacer el bien que lo contrario”.
“Se ha visto en este estudio que es cuestionable que el Ginkgo valga para ralentizar la pérdida de la memoria y alivie el tinnitus [o acúfeno: ruidos y pitidos en el oído], pero parece que tenga algún efecto sobre la demencia y la claudicación intermitente [obstrucción progresiva de la arterias de las extremidades con el consiguiente dolor muscular]”.
“La Hierba de San Juan es eficaz para la depresión leve a moderada, pero existen serias preocupaciones por parte de los expertos del artículo acerca de sus interacciones con varios medicamentos convencionales.”
“Los ensayos clínicos efectuados han negado también que el Ginseng sirva para tratar cualquier afección o enfermedad.”
“Con respecto a la Equinácea indica que puede ser útil en el tratamiento o prevención de infecciones de las vías respiratorias, pero los datos de prueba no son plenamente convincentes.”
“La Palma enana americana parece ser eficaz en reducir los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata al menos en los ensayos realizados a corto plazo.”
“La Kava parece ser un tratamiento eficaz en el corto plazo para la ansiedad.”
El artículo afirma que “ninguno de estos medicamentos a base de hierbas está exento de efectos adversos. Además, y debido a que la evidencia es incompleta, las evaluaciones de riesgos y beneficios no son completamente confiables, y es necesario profundizar aún en el conocimiento de estas medicinas naturales.”
Se ha hecho eco también de dicho estudio la sección de Salud del periódico “El Mundo”, de donde recogemos algunos comentarios de la periodista Cristina García Lucio: “quizá por la etiqueta de 'naturales' que muchos suplementos alimenticios y productos herbales ostentan, algunos pacientes no consideran necesario comentarle a su médico que los consumen habitualmente. Sin embargo, estos complementos pueden potenciar o disminuir el efecto de determinadas terapias y tratamientos, por lo que es esencial que el especialista conozca su uso. Por ejemplo, productos como el Ginkgo Biloba o la hierba de San Juan, entre otros, pueden interferir con medicamentos como el popular 'Sintrom', empleado habitualmente por muchos cardiópatas como anticoagulantes. Otros complementos, como la equinácea, son capaces de potenciar el efecto tóxico de otros fármacos comunes entre los enfermos de corazón, las estatinas”.
D. Alfonso Varela, cardiólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y vicesecretario de la Sociedad Española de Cardiología afirma en dicho artículo que “es fundamental preguntar por el consumo de este tipo de productos porque las interacciones pueden ser importantes. Muchas veces el paciente cree que los productos herbales son inocuos, pero no siempre es así. Hay que advertir de su uso.”
Fuente: Annals of Internal Medicine, El Mundo
Ante el preocupante uso de tantas medicinas naturales, naturistas, de para-farmacia, alternativas, etc. provenientes muchas veces de las consultas más o menos clandestinas de los grupos de la Nueva Era (“New Age”) les traemos aquí como alerta algunas notas del resumen del citado estudio clínico.
El artículo ofrece un resumen clínico “orientador de la eficacia y seguridad de hierbas habituales como el Ginkgo, la Hierba de San Juan, el Ginseng, la Equinácea, la Palma enana americana, y la Kava. Siempre que ha sido posible las evaluaciones han sido basadas en revisiones sistemáticas de ensayos clínicos aleatorios. En general estas hierbas no son dañinas, y ofrecen más capacidad de hacer el bien que lo contrario”.
“Se ha visto en este estudio que es cuestionable que el Ginkgo valga para ralentizar la pérdida de la memoria y alivie el tinnitus [o acúfeno: ruidos y pitidos en el oído], pero parece que tenga algún efecto sobre la demencia y la claudicación intermitente [obstrucción progresiva de la arterias de las extremidades con el consiguiente dolor muscular]”.
“La Hierba de San Juan es eficaz para la depresión leve a moderada, pero existen serias preocupaciones por parte de los expertos del artículo acerca de sus interacciones con varios medicamentos convencionales.”
“Los ensayos clínicos efectuados han negado también que el Ginseng sirva para tratar cualquier afección o enfermedad.”
“Con respecto a la Equinácea indica que puede ser útil en el tratamiento o prevención de infecciones de las vías respiratorias, pero los datos de prueba no son plenamente convincentes.”
“La Palma enana americana parece ser eficaz en reducir los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata al menos en los ensayos realizados a corto plazo.”
“La Kava parece ser un tratamiento eficaz en el corto plazo para la ansiedad.”
El artículo afirma que “ninguno de estos medicamentos a base de hierbas está exento de efectos adversos. Además, y debido a que la evidencia es incompleta, las evaluaciones de riesgos y beneficios no son completamente confiables, y es necesario profundizar aún en el conocimiento de estas medicinas naturales.”
Se ha hecho eco también de dicho estudio la sección de Salud del periódico “El Mundo”, de donde recogemos algunos comentarios de la periodista Cristina García Lucio: “quizá por la etiqueta de 'naturales' que muchos suplementos alimenticios y productos herbales ostentan, algunos pacientes no consideran necesario comentarle a su médico que los consumen habitualmente. Sin embargo, estos complementos pueden potenciar o disminuir el efecto de determinadas terapias y tratamientos, por lo que es esencial que el especialista conozca su uso. Por ejemplo, productos como el Ginkgo Biloba o la hierba de San Juan, entre otros, pueden interferir con medicamentos como el popular 'Sintrom', empleado habitualmente por muchos cardiópatas como anticoagulantes. Otros complementos, como la equinácea, son capaces de potenciar el efecto tóxico de otros fármacos comunes entre los enfermos de corazón, las estatinas”.
D. Alfonso Varela, cardiólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y vicesecretario de la Sociedad Española de Cardiología afirma en dicho artículo que “es fundamental preguntar por el consumo de este tipo de productos porque las interacciones pueden ser importantes. Muchas veces el paciente cree que los productos herbales son inocuos, pero no siempre es así. Hay que advertir de su uso.”
Fuente: Annals of Internal Medicine, El Mundo
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