La angustia e incertidumbre propias de la inestabilidad económica fomentan la aparición de estos grupos, que ya han captado al 0,8% de la población española, según explican algunos expertos en el Diario de Sevilla, en un artículo firmado por Adelaida de la Peña, y que reproducimos a continuación. Proliferan los de corte comercial y de crecimiento personal.
La crisis económica es un perfecto caldo de cultivo para las sectas como lo fueron el huracán Katrina o el terremoto de Haití, ya que estos grupos aprovechan la confusión y la necesidad de creer en algo para conseguir adeptos. Una prueba es el aumento de españoles afines a ellas, que asciende ya al 0,8% de la población del país.
“En un terremoto, tras el 11 de septiembre o en lugares con grandes flujos migratorios es donde más proliferan las sectas”, asegura Miguel Perlado, miembro fundador de la Asociación Iberoamericana para la investigación del Abuso Psicológico (Aiiap). En una conversación con este periódico, el psicoterapéuta explicó que “se ha notado un cierto repunte en la experiencia clínica por la crisis debido a la angustia y la incertidumbre propias de estos tiempos, que las sectas aprovechan para llegar a los corazones de sus adeptos”.
Al respecto, Vicente Jara, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), cree que “desde los años 90 hasta la actualidad estamos viviendo no tanto la aparición de nuevas sectas sino la creación de corrientes muy diversas ligadas a la New Age -comunicación con el más allá, lectura de aura, ocultismo, etc-”, “estos grupos se están convirtiendo en algo habitual en la sociedad española”, señala Jara en una entrevista telefónica con este diario.
No existe un registro oficial en España como ocurre en otros países como Bélgica o Francia, “pero nos avala la experiencia acumulada”, asegura Perlado, quien afirma que se ha producido un incremento de las sectas en las últimas décadas: “Operan en España entre 90 y 100 grupos claramente sectarios, algunos tienen ramificaciones internacionales, a los que hay que sumar otros 40 o 60 más que se están estudiando”.
En total, aproximadamente un 0,8% de la población española pertenece a alguno de estos grupos predadores, dato en el que coinciden ambos investigadores. A eso hay que añadirle los familiares, que sufren de forma no tan indirecta las repercusiones del abuso moral de las sectas en sus seres queridos. Con su ayuda, el 64% aproximadamente consigue salir del trance, según Perlado.
En cuanto a los lugares donde se hacen más fuertes las sectas destacan Barcelona y Madrid, según Jara, aunque Perlado añadió que se aprecia un aumento en Valencia y en la costa de Andalucía.
“Gane dinero rápido y contribuya con la economía global”, “nuevo y revolucionario producto que te hará rico”, las sectas son grandes profesionales del lenguaje publicitario y de persuasión y este tipo de mensajes son los que más llegan en la actualidad a los potenciales adeptos, que buscan una solución a sus problemas económicos, un camino seguro a seguir y la implicación y apoyo que ofrecen estos grupos. Perlado apunta que “las sectas de corte comercial y de crecimiento personal son las que más están proliferando” en estos momentos en los que a muchos se les tambalea el estilo de vida.
Y es que el estereotipo de adepto “ya no es un señor con túnica blanca que mira al cielo con actitud extraña, eso está muy lejos de ser una realidad”, comenta el psicoterapeuta, quien desmiente el tópico de que los fieles sean gente deprimida “porque no es algo que convenga a las sectas”, “más bien son personas comprometidas, idealistas y con un alto nivel de estudios”.
“No existe un perfil, sino condiciones tipo”, matiza Perlado, quien describe a un adepto potencial como “un joven de unos 30 años, un profesional que vive una crisis vital (ya sea económica, por alguna ruptura personal o experiencia desestabilizadora) y las sectas se prestan a reparar ese daño mediante promesas atractivas”.
Jara, por su parte, asegura que en los últimos 20 años se han duplicado el número de sectas satánicas que operan en el país, que ha pasado de 31 a las 61 que se registran ahora. Sin embargo, el responsable del programa "Conoce las sectas" [Radio María] dice que no cree que “se deba al surgimiento de grupos nuevos sino al hecho de un mejor conocimiento de su existencia”. “En los últimos tres años se constata una calma en las actividades de los grupos satánicos”, tranquilizó Jara.
Fuente: Diario de SevillaLa crisis económica es un perfecto caldo de cultivo para las sectas como lo fueron el huracán Katrina o el terremoto de Haití, ya que estos grupos aprovechan la confusión y la necesidad de creer en algo para conseguir adeptos. Una prueba es el aumento de españoles afines a ellas, que asciende ya al 0,8% de la población del país.
“En un terremoto, tras el 11 de septiembre o en lugares con grandes flujos migratorios es donde más proliferan las sectas”, asegura Miguel Perlado, miembro fundador de la Asociación Iberoamericana para la investigación del Abuso Psicológico (Aiiap). En una conversación con este periódico, el psicoterapéuta explicó que “se ha notado un cierto repunte en la experiencia clínica por la crisis debido a la angustia y la incertidumbre propias de estos tiempos, que las sectas aprovechan para llegar a los corazones de sus adeptos”.
Al respecto, Vicente Jara, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), cree que “desde los años 90 hasta la actualidad estamos viviendo no tanto la aparición de nuevas sectas sino la creación de corrientes muy diversas ligadas a la New Age -comunicación con el más allá, lectura de aura, ocultismo, etc-”, “estos grupos se están convirtiendo en algo habitual en la sociedad española”, señala Jara en una entrevista telefónica con este diario.
No existe un registro oficial en España como ocurre en otros países como Bélgica o Francia, “pero nos avala la experiencia acumulada”, asegura Perlado, quien afirma que se ha producido un incremento de las sectas en las últimas décadas: “Operan en España entre 90 y 100 grupos claramente sectarios, algunos tienen ramificaciones internacionales, a los que hay que sumar otros 40 o 60 más que se están estudiando”.
En total, aproximadamente un 0,8% de la población española pertenece a alguno de estos grupos predadores, dato en el que coinciden ambos investigadores. A eso hay que añadirle los familiares, que sufren de forma no tan indirecta las repercusiones del abuso moral de las sectas en sus seres queridos. Con su ayuda, el 64% aproximadamente consigue salir del trance, según Perlado.
En cuanto a los lugares donde se hacen más fuertes las sectas destacan Barcelona y Madrid, según Jara, aunque Perlado añadió que se aprecia un aumento en Valencia y en la costa de Andalucía.
“Gane dinero rápido y contribuya con la economía global”, “nuevo y revolucionario producto que te hará rico”, las sectas son grandes profesionales del lenguaje publicitario y de persuasión y este tipo de mensajes son los que más llegan en la actualidad a los potenciales adeptos, que buscan una solución a sus problemas económicos, un camino seguro a seguir y la implicación y apoyo que ofrecen estos grupos. Perlado apunta que “las sectas de corte comercial y de crecimiento personal son las que más están proliferando” en estos momentos en los que a muchos se les tambalea el estilo de vida.
Y es que el estereotipo de adepto “ya no es un señor con túnica blanca que mira al cielo con actitud extraña, eso está muy lejos de ser una realidad”, comenta el psicoterapeuta, quien desmiente el tópico de que los fieles sean gente deprimida “porque no es algo que convenga a las sectas”, “más bien son personas comprometidas, idealistas y con un alto nivel de estudios”.
“No existe un perfil, sino condiciones tipo”, matiza Perlado, quien describe a un adepto potencial como “un joven de unos 30 años, un profesional que vive una crisis vital (ya sea económica, por alguna ruptura personal o experiencia desestabilizadora) y las sectas se prestan a reparar ese daño mediante promesas atractivas”.
Jara, por su parte, asegura que en los últimos 20 años se han duplicado el número de sectas satánicas que operan en el país, que ha pasado de 31 a las 61 que se registran ahora. Sin embargo, el responsable del programa "Conoce las sectas" [Radio María] dice que no cree que “se deba al surgimiento de grupos nuevos sino al hecho de un mejor conocimiento de su existencia”. “En los últimos tres años se constata una calma en las actividades de los grupos satánicos”, tranquilizó Jara.
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