Las minorías religiosas no tradicionales no superan el 2% de la población en ningún país europeo, pese a que “los medios de comunicación hablen intencionadamente de una invasión de las sectas”, según ha señalado el sociólogo y coordinador del Observatorio de la Libertad Religiosa del Ministerio de Relaciones Exteriores italiano, Massimo Introvigne, que es también el director del Centro de Estudios de las Nuevas Religiones (CESNUR), con base en Turín.
Fuente: Europa Press
En la conferencia ‘El año de la Fe en la era laica’, celebrada ayer, 23 de enero, durante las XLVIII Jornadas de Cuestiones Pastorales de Castelldaura en Barcelona, ha observado que las sectas están compuestas mayoritariamente por conversos recientes y su vida religiosa más activa las convierte en un “factor de contrapeso a la secularización”, tal como leemos en Europa Press.
Para explicar qué significa una sociedad sin fe, Introvigne ha citado dos estudios, uno realizado en la Universidad de Chicago y otro dirigido por él mismo en Sicilia, a la luz de los cuales concluye que “la nostalgia y el deseo de reencantamiento no están ausentes, y sugieren que, con respecto a este marco para ellas poco favorables, las religiones tienen la posibilidad de remontar”.
Los estudios apuntan un “ligero aumento de los que no creen en Dios” en algunos países como Italia, donde los que considera ateos fuertes sería del 1,7%, mientras que los ateos débiles han registrado un aumento del 1,7% en diez años -de 1998 a 2008-. En España, los ateos fuertes serían más del doble que los italianos -con un 3,6%-, y también los débiles serían más pasando del 8,4% al 9,7% en los mismos diez años.
Ha considerado especialmente dolorosa la disminución de creyentes en Irlanda -con una bajada del 15,4%-, con un correspondiente aumento de los ateos -un 3%-, ha señalado, analizando los datos del estudio americano. De todas formas y sobre la Iglesia católica, ha observado que “continúa en muchos países proporcionando a la gran mayoría la memoria de una identidad cultural”.
Por otro lado, ha indicado que, en su opinión, el Año de la Fe no debe servir para allanar el mensaje de la Iglesia sobre una cultura dominante, sino para “proponer con vigor la alternativa de las valoraciones fuertes”.
Fuente: Europa Press
No hay comentarios:
Publicar un comentario