La secta de los mormones, denominados por ellos como Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD), se ha disculpado porque sus miembros habían realizado bautismos póstumos (después de la muerte), en el mormonismo, de los padres del famoso cazador de nazis y superviviente del Holocausto Simon Wiesenthal (en la foto), los cuales nada tenían que ver con la secta de Utah.
Los bautismos "por poder", como ellos los denominan, se realizaron el pasado mes de enero en los templos mormones en Utah, Arizona y Idaho, de acuerdo con la sede en Los Angeles del centro Simon Wiesenthal, una organización judía de derechos humanos que lleva el nombre del hombre que persiguió a más de 1.000 criminales de guerra nazis en los años posteriores al Holocausto.
El rabino Abraham Cooper, del Centro Simón Wiesenthal, dijo a Reuters que los bautismos eran «inaceptables», y agregó que los asesinados por ser judíos durante el Holocausto no deberían tener el alma secuestrada por otra religión. La IJSUD dedica parte de su esfuerzo proselitista a bautizar a muertos de todo el mundo, no mormonas, con la creencia de que la persona muerta puede optar «en la próxima vida» por aceptar o rechazar el bautismo mormón. En estas celebraciones, que ellos denominan bautismo, un miembro actual de la secta es bautizado en nombre de una persona muerta. Rosa, la madre de Wiesenthal, murió en el campo de concentración de Belzec, en Polonia en 1942. Su padre Aser Wiesenthal falleció durante la Primera Guerra Mundial. Simon Wiesenthal murió de causas naturales en 1995.
Un culpable
La IJSUD, en una declaración escrita, achaca toda la responsabilidad en un solo mormón que asegura ha sido castigado. El comunicado no identifica a la persona. "Lamentamos profundamente el hecho de que las acciones de un miembro individual de la Iglesia llevara a la presentación inadecuada de estos nombres", dijo Michael Purdy, un portavoz de la secta, en un comunicado enviado por correo electrónico a Reuters.
"Consideramos esto una violación grave de nuestro protocolo y hemos suspendido indefinidamente la capacidad de esta persona para acceder a nuestros registros genealógicos", agregó Purdy. "La política de la Iglesia es que los miembros pueden solicitar estos bautismos sólo para sus propios antepasados. Bautismos vicarios de las víctimas del Holocausto están estrictamente prohibidos", dijo Purdy. Las disculpas de la IJSUD se producen al mismo tiempo de que el superviviente del Holocausto y Premio Nobel Elie Wiesel pidiera al candidato republicano presidencial de EE.UU. y prominente mormón, Mitt Romney, que tratara el tema. Cooper ha participado en reuniones entre judíos y mormones desde 1995 en un esfuerzo por detener estos bautismos póstumos. "Una disculpa sincera es ciertamente apropiada, pero suena vacío, si sigue pasando una y otra vez", dijo. Cooper, que conoció a Wiesenthal durante 30 años, dijo que se han visto profundamente afectados por los bautismos. "Él veneraba a su madre. Ella lo crió", dijo Cooper. "Si Simon Wiesenthal estuviera vivo hoy, sentiría un profundo dolor".
Postura de la Iglesia católica
Recordamos que, tal como ya hemos informado repetidas veces en Info-RIES, mediante una carta dirigida a todos los episcopados del mundo, la Congregación para el Clero, organismo del Vaticano para las cuestiones relativas a los sacerdotes, ha reiterado el deseo de la Santa Sede de que las parroquias católicas se abstengan de poner sus registros parroquiales a disposición de la secta de los mormones, que suelen solicitarlos a través de la Sociedad Genealógica de Utah. La carta, firmada por el entonces prefecto de la Congregación, el cardenal Claudio Hummes, señala que "la Congregación para la Doctrina de la fe, (…) ha indicado una cuestión –señalada por algunos obispos– referente a la posibilidad de permitir a la Sociedad Genealógica de Utah (mormones) de microfilmar y digitalizar las informaciones contenidas en los registros parroquiales". "En pleno acuerdo con las graves reservas expresadas por dicha Congregación –sigue la carta–, este Dicasterio desea llamar la atención de su Conferencia Episcopal, con el fin de que se dé el aviso a cada uno de los Ordinarios Diocesanos de no consentir, en su respectivo territorio, la susodicha práctica por ser lesiva a la privacidad de las personas y, además, si así fuera se cooperaría con las prácticas erróneas de la Church of Jesus Christ of Latter-day Saints".
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