Psicóloga, Karmele Sayans ha dado clases, impartido cursos e incluso trabajado en tiendas, pero su labor más potente se realiza en los alrededores del muy activo y sinuoso mundo de las sectas.
BEGOÑA DEL TESO
BEGOÑA DEL TESO
Largantza y Redune («asociación que creamos desde Donostia hace cuatro años con el propósito de tejer una red nacional con unos 30 expertos de toda España para dar cobertura a la problemática sectaria») trabajan duro para advertir a los ciudadanos, a las instituciones y a los gobiernos del peligro de las sectas. Porque, entre otras cosas, la mayoría son mucho más sutiles en sus modos y maneras que los iluminados de Waco o las 914 personas que decidieron (es un decir) suicidarse en Jonestown. Más allá del terror religioso hay sectas... comerciales.
- La frase del titular es potente pero de marco ilimitado, ¿no cree?
- Por supuesto. Podría decirte que etimológicamente, secta significa separarse. Y seguir. Una secta es todo grupo que se separa de un tronco doctrinal para seguir una doctrina o a un líder particular.
- Por lo tanto, el cristianismo fue una secta del judaísmo
- Y Lutero creó una secta del catolicismo.
- La etimología queda explicada. Ustedes, gentes que trabajan en los alrededores de este mundo resbaladizo, definen secta como...
- Sencillo: como grupo de manipulación. Movimientos totalitarios que exigen la absoluta devoción o dedicación de sus miembros empleando técnicas de, repetimos, manipulación, persuasión y control destinadas a conseguir los objetivos del líder, provocando en sus adeptos una total dependencia en detrimento de su entorno familiar y social.
- Dicho y escuchado así, leído de corrido y sin respirar, se diría que nadie en su sano juicio caería en una de esas redes.
- Pues caemos.
- ¿'Caemos'? Serán gentes al borde del colapso psicológico.
- En absoluto. En el fondo pasa un poco como en las historias de amor posesivo. La secta empieza atrayéndote como ese amante que primero te trata como una reina y luego empieza a, desde el amor, poner límites a tu libertad: «No salgas con tus amigas, quédate conmigo»... No, no cae sólo la gente colapsada. Todos tenemos un momento en que necesitamos sentirnos importantes para alguien, en el que, perdidas por cualquier motivo, nuestras redes sociales, buscamos una identidad de grupo, ser parte de algo.
- Se pueden sentir los colores de un club. O una bandera o...
- Ser de la Real o pintarse en la cara los colores de los All Blacks en un partido de rugby no es caer en una secta. Vuelve a leer el titular: Secta sería todo movimiento en el que entras libremente pero no puedes...
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- Salir libremente. Es definitivo pero amplísimo: no te dejan salir de la Camorra. Ni de ETA. Pero tampoco de los operadores telefónicos.
- Por eso, nos movemos siempre en mundos muy resbaladizos. Ellos lo saben y siempre enarbolan la bandera de la libertad. Siempre se trata de personas adultas que toman por sí mismas la decisión de entrar en un grupo. pero te repito, la clave está en si te dejan abandonar o no el club.
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- Algunos 'clubs' tienen una pinta tal que dan mala espina desde ya.
- Bien, por cierto, pero otros son de una sutileza extrema. Algunos se esconden tras anuncios de terapias naturales. Otros ofrecen conferencias sobre cualquier tema esotérico. Hay sectas que se ocultan tras ofertas de trabajo.
- ¿He de recelar ante un anuncio de 'Se ofrece trabajo bien remunerado a jóvenes de 20 a 35 años'?
- No y sí. Has de estar atento a cómo es la reunión de toma de contacto, a si intentan desligar a la gente de los corrillos para que no hablen entre ellos... ¿Asustarte? No, pero sí estar alerta. Como estuvimos con los negocios piramidales.
- ¿Qué busca una secta?
- Cualquier clase de Poder.
- ¿Cuánta gente nuestra ha caído, puede caer o ha sido 'tocada'?
- ¿En Euskadi? Unos 25.000.
Fuente: Diario Vasco, 17/10/08.
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