El fin de tal iniciativa fue ofrecer una oportunidad para profundizar en una temática que merece atención y reflexión. Los participantes, unos cuarenta, representaban a varios dicasterios vaticanos, universidades pontificias, la Conferencia Episcopal Italiana y el Vicariato de Roma.
El Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, junto con la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y los consejos pontificios para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y de la Cultura, se ocupa desde hace tiempo del estudio del fenómeno de los Nuevos Movimientos Religiosos.
Desde 1986, año en el que fue publicado el breve informe provisional titulado “El fenómeno de las sectas y nuevos movimientos religiosos, desafío pastoral”, fruto de un cuestionario enviado dos años antes a las conferencias episcopales, los dicasterios mencionados han proseguido el trabajo de reflexión, publicando una antología de textos de la Iglesia católica (1986-1994) sobre Nuevos Movimientos Religiosos con el título “Sectas y nuevos movimientos religiosos: textos de la Iglesia católica (1986-1994)".
Lo ponentes afrontaron diversos temas: monseñor Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, habló sobre “Los Nuevos Movimientos Religiosos y la nueva evangelización”; el padre Michael Fuss, de la Universidad Pontificia Gregoriana, afrontó el tema “Las nuevas fronteras de lo sacro. Diálogo y confrontación entre fe y credulidad”; monseñor Juan Usma Gómez, del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, habló sobre “Católicos y Pentecostales a confrontación: identidad, relaciones y perspectivas”.
Por su parte, don Alessandro Olivieri Pennesi, responsable de la Oficina para los Nuevos Cultos del Vicariato de Roma, reflexionó sobre “El fenómeno de la New Age”, mientras que el padre Michael P. Gallagher SJ, de la Universidad Pontificia Gregoriana, habló sobre “El fenómeno de la New Age y los nuevos movimientos religiosos: análisis del contexto cultural”.
El cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso abrió y cerró los trabajos, mientras que el padre Miguel Angel Ayuso, secretario del mismo dicasterio, fue el moderador.
Fuente: Zenit
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