Después de cinco años de matrimonio, los actores estadounidenses Tom Cruise y Katie Holmes han decidido divorciarse, según ha publicado la revista People. Lo cuenta en español Efe.
“Este es un asunto personal y privado de Katie y su familia. La preocupación principal de Katie sigue siendo, como siempre lo ha sido, el mejor interés de su hija”, explicó el abogado de Holmes, Jonathan Wolfe.
Cruise, de 49 años, se casó con la actriz, de 33, en un castillo en Italia en noviembre de 2006, y tuvieron juntos una hija, Suri, que ahora tiene 6 años. Este fue el primer matrimonio de Holmes y el tercero para Cruise, quien previamente estuvo casado con la actriz Mimi Rogers, matrimonio que duró tres años, y con Nicole Kidman, con quien mantuvo una larga relación de 11 años y tuvo dos hijos.
El factor cienciológico
Los divorcios en Hollywood suelen ir acompañados de un término legal que protege a sus famosos implicados para no tener que dar más explicaciones de las estrictamente necesarias. Katie Holmes, como muchas otras colegas antes que ella, recurrió a las consabidas “diferencias irreconciliables” al presentar la petición de divorcio de Tom Cruise ante una corte en Nueva York, aunque no consiguió acallar, como también suele ser habitual en estas instancias, los rumores sobre los motivos verdaderos del fracaso sentimental.
Y a falta de una amante que haya asomado la cabeza para justificar el embrollo, son muchos los medios que han vuelto a señalar a la Cienciología como la causa principal de la debacle tras cinco años de matrimonio, un culto venerado por estrellas de cine como Cruise y que podría haber saturado la paciencia de la muy católica Holmes. Así lo cuenta en El Mundo el redactor Pablo Scarpellini, en un artículo titulado “La cienciología tuvo la culpa”.
Fue la misma razón citada en el caso de Penélope Cruz, que llegó a asistir a algún evento de la secta pero que nunca se identificó con ella. De hecho, fuentes consultadas por el portal TMZ aseguran que la protagonista de Dawson crece ha pedido la custodia de la única hija del matrimonio, la pequeña Suri de 6 años de edad, para alejarla del fanatismo de su padre hacia esa religión.
Se trata de una creencia fundada por L. Ron Hubbard en 1952 y que fusiona principios del budismo con el hinduismo, aunque de una forma muy particular, pues sus teorías rayan en la intolerancia y la exclusión de determinados perfiles sociales. Su defensa a ultranza le ha acarreado problemas a Cruise en el pasado, entrando en debates muy criticados por la comunidad científica.
Holmes, por su parte, aceptó la creencia de su marido desde el principio pese a estar bautizada y haber estado escolarizada en colegios católicos en Ohio. De hecho, su boda, celebrada en 2006 en un castillo italiano, se rigió por el rito de la Cienciología y hasta ahora la actriz nunca había confesado sus discrepancias. Si se consuma el divorcio y la ruptura de Holmes con la Cienciología, el distanciamiento de Cruise sería aún mayor, puesto que la creencia no permite a sus miembros tener contacto con personas que se hayan desconectado de la fe. Un proceso de divorcio más complejo aún con la religión de por medio.
La actriz, perseguida por la secta
Desde días antes de que Katie Holmes firmase los papeles del divorcio de Tom Cruise, el miembro más famoso de la Cienciología, la actriz -que ya hace vida por su cuenta- cree que está siendo perseguida por la secta, informó el portal TMZ. Aunque ya se han defendido diciendo que eso no es cierto, según relata el diario ABC. El portal contaba que la actriz había notado la presencia de personas misteriosas en dos coches: un Cadillac Escalade y un Mercedes SUV. Y no eran paparazzis ni medios de comunicación. La Cienciología es conocida por su comportamiento agresivo hacia aquellos que rompen su relación con ella o los escépticos. Puede que ahora hayan visto en Holmes a una persona peligrosa tras su intención de acabar su matrimonio con Tom Cruise.
Parece que el famoso actor pretendía que su pequeña se uniera a la «Sea Organization». Una rama de la Cienciología en la que los niños son enviados, sin sus padres, a sumergirse en las creencias con disciplina parecida a la militar. Deben firmar un contrato en el que son obligados a servir por mil millones de años a la organización. Viven juntos y no se les permite casarse con nadie que no pertenezca a la «Sea Org», aunque no les permiten tener hijos, y webs de exmiembros aseguran que si alguna mujer se queda embarazada es forzada a abortar. Tampoco creen en la medicina, los miembros no tienen seguro médico, reciben los tratamientos que la organización cree oportunos.
No es nada fácil salir de ahí, incluye un proceso de tres años de presión, aislamiento, etc. Incluso hay famosos como Paul Haggis que han contado su horrible experiencia en esta organización. hay grupos de apoyo y ayuda para los que están fuera o quieran dejarlo. Fuentes del portal TMZ aseguran que la única vía que Katie ha encontrado para evitar que su hija caiga en las redes de la secta ha sido divorciarse de Tom Cruise.
Acusaciones públicas y polémica
El magnate de los medios Rupert Murdoch se metió en la historia del divorcio de los actores el pasado 1 de julio, al decir que pensaba que los seguidores de la cienciología -como Cruise- son “repulsivos” y posiblemente incluso malignos. El jefe de News Corporation instó a sus seguidores en Twitter a mirar de cerca la historia, que llegó a su final el pasado 29 de junio cuando Holmes anunció que estaba pidiendo el divorcio a les estrella de Hollywood, un prominente miembro de la Iglesia de la Cienciología. Lo leemos en AFP.
“Observen cómo se desarrolla la historia de Katie Holmes y la Cienciología. Algo repulsivo, tal vez incluso maligno, acerca de estas personas”, escribió Murdoch en su cuenta de Twitter, @rupertmurdoch. La separación de la pareja de cuento de hadas de Hollywood se conoció cuando el agente de Holmes anunció que la actriz había solicitado el divorcio después de cinco años de matrimonio, poniendo fin a una inesperada historia de amor acosada por los rumores de la prensa sensacionalista.
En El País, Tom C. Avendaño relata que Murdoch, ávido tuitero que comenta la actualidad desde un punto de vista estrictamente personal, no se explayó hablando sobre Cruise, pero lo poco que dijo lo hizo desde donde más le duele al actor: “La Cienciología vuelve a estar en las noticias. Un culto muy extraño, pero con mucho, mucho dinero metido, con Tom Cruise como segundo o tercero en su jerarquía”, escribió, en referencia a la secta a la que tan públicamente pertenece el actor y que supone el epicentro del deterioro de su imagen pública.
Un portavoz de Cruise dijo que el protagonista de Misión Imposible estaba “profundamente entristecido” por la noticia, alimentando los reportes de que el anuncio de su esposa le había tomado por sorpresa. Las especulaciones sobre los motivos que llevaron a Holmes a querer separarse han incluido supuestos de que le preocupaba que Cruise estuviera obligando a su hija Suri, de 6 años, a involucrarse más en la Iglesia de la Cienciología. El comentario de Murdoch generó una oleada de respuestas en Twitter, lo que provocó otro tuit del magnate: “Desde los cienciólogos han tuiteado cientos de ataques. Esperar que aumentarán y se volverán peores y tal vez amenazantes”. “Continúa encajando con mi historia”, agregó. No hubo una respuesta inmediata a una solicitud de comentarios de la Iglesia de la Cienciología, o de los publicistas de Cruise o Holmes.
Por otro lado, tampoco es la primera vez que Rupert Murdoch se las ve con la Cienciología, según Tom C. Avendaño. En 2009, Fox News despidió a un periodista cultural llamado Roger Friedman, por haber visto una película (Lobezno) en versión pirata. A los pocos días, Friedman contraatacó y demandó él a News Corp y a Murdoch, alegando que habían recibido presiones de Tom Cruise para echarlo por haber escrito cosas negativas sobre la secta en cuestión. Nunca se supo la veracidad del asunto, pero el nombre de Murdoch y la Cienciología quedaron para siempre vinculados en la tinta con la que se escriben los tabloides.
La actriz se sentía atrapada
Detalles sobre el escandaloso divorcio entre Katie Holmes y Tom Cruise tras cinco años de matrimonio continúan apareciendo en Internet. Una fuente cercana a la actriz indicó a la revista US Weekly que la demanda de divorcio se dio tras un año de intentos por parte de Holmes de librarse de la relación fuertemente influenciada por la Cienciología y en la que se sentía confinada. Lo cuenta el medio Primera Hora.
“Todo lo que ella hacía era controlado. Se sentía como si estuviese en Rosemary’s Baby”, describió al fuente, haciendo referencia al clásico filme de 1968 del director Roman Polanski en el que una aspirante a actriz –interpretada por Mia Farrow- concibe forzosamente a un hijo para el culto satánico de su esposo. La fuente además recalcó lo que se había divulgado de que la actriz decidió divorciarse para proteger a su hija. “Esto es sobre proteger a su hija. Ella quiere ser la encargada de decidir cómo se cría a Suri y no quería que la niña tuviese una educación exclusivamente basada en la Cienciología”, explicó la fuente a US Weekly. Por otro lado, el portal TMZ confirmó que Cruise no se esperaba la demanda de divorcio a la vez que descubrió en la documentación de la demanda que Holmes reclama que tanto ella como Cruise han sido residentes de Nueva York por los pasados dos años. La actriz, quien radicó la demanda en Nueva York, debe establecer residencia legal en esa ciudad para que la corte tome jurisdicción, algo que necesita para poder conseguir la custodia completa de Suri.
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