Hace 18 años, 76 personas murieron durante una redada del FBI, en Monte Carmelo, cerca de Waco, Texas (EE.UU.).
Todos pertenecían a un grupo religioso conocido como La Rama de los Davidianos, una escisión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que fue liderada por David Koresh. Después de haberle dedicado espacio en el boletín Info-RIES nº 199, reproducimos aquí la segunda entrega de la información publicada en la edición mexicana de CNN.
Infancia y juventud del líder
A David Koresh le gustaba que la gente pensara que era un perdedor. Frecuentemente mentía diciendo que había dejado la escuela años antes de lo que en realidad lo hizo. Sus compañeros de clase lo apodaban “Señor Retardado”, una manera infantil de molestarlo que, según Koresh, “trajo el sol a mi mundo”. Cuando aparentemente estás golpeado por la vida y te levantas para influir en tanta gente como lo hizo él, comenzando con pequeñas papas, da la sensación de ser más grandioso.
David Koresh no es su nombre real. Su verdadero nombre es Vernon Wayne Howell. Su madre tenía 14 años cuando lo tuvo. El niño era disléxico, pero aprendió a escribir fonéticamente y era un estudiante normal, a pesar de recordarle a la gente que estaba en desventaja por su condición. Dejó la escuela en el onceavo grado. El joven Vernon Howell amaba dos cosas: la música e ir a una iglesia adventista con su abuela. A los 12 años llevaba a otros niños a los sermones al memorizar largos pasajes de las escrituras.
Su pasión por la Palabra creció con el tiempo. Como comenta el periodista Dick Reavis en su libro The Ashes of Waco (Las cenizas de Waco): “La Biblia era su naturaleza. La relación de Howell con las Sagradas Escrituras era como la de un adicto a las noticias actuales con una colección de semanarios. Se sabía cada palabra de ellas y constantemente revivía sus proezas. Él hizo de la Biblia una máquina que funcionaba a la perfección”.
[Enlace sobre cómo] los seguidores de la secta davidiana aún después del mortal sitio de Waco en 1993, creen que Koresh era un mesías.
Durante su adolescencia, Howell se paseaba con su cabello despeinado, trabajaba en sus habilidades de guitarrista, embarazó a la hija de un pastor, la dejó y se incorporó enfurecido a la iglesia adventista, según el libro de Reavis. En 1981, se mudó a Waco para vivir en Monte Carmelo, el complejo de la Rama de los Davidianos. En ese tiempo, la secta davidiana estaba controlada por Lois Roden, una de sus primeras profetas autoproclamadas. Roden apenas comenzaba a predicar que había encontrado referencias en la Biblia que sugerían que Dios era mujer.
Su contemporáneo Clive Doyle tuvo dificultades para creer en sus interpretaciones, según le comentó a CNN. “Busqué y busqué y simplemente no pude encontrar esas partes femeninas en la Biblia”, afirmó. “A Lois le gustaba forzarlo un poco. Pero cuando llegó David, nos tomó un tiempo pero comenzamos a creer que había algo en él”. Doyle y otros seguidores dicen que parte de la razón por la que a Roden le gustaba Howell era que ambos estaban involucrados en el sentido bíblico. Roden comenzó a promover a su protegido. Una vez más, no era la una tarea sencilla. Tenía un gran tartamudeo y no parecía un hombre de Dios.
La ex davidiana Kathy Jones confió a CNN que Koresh le parecía un "vago". "Recuerdo que en un principio, todo el mundo decía algo así: '¡Oh, que está loco, ya sabes, que es esto y lo otro', eso es todo lo que escuché. Y entonces, de repente, la gente dijo, 'Estamos escuchándolo a él. Él tiene un mensaje'". A mediados de la década de 1980, Howell viajó a Israel con otros davidianos. Regresó con algo especial, dijo Doyle. Dios le había hablado a Howell para que todos se reunieran a su alrededor y los escucharan. "Tenía el espíritu", explicó Doyle.
La transformación y la secta
En 1990, Howell cambió legalmente su nombre a Koresh, como el rey Ciro, que permitió a los judíos a regresar a su patria. Koresh afirmaba haber desbloqueado los Siete Sellos en el Libro del Apocalipsis, que son los pasajes que contienen una serie de símbolos cuyo significado ha sido buscado por los estudiosos de la Biblia durante siglos. En general, se supone que los Siete Sellos que auguran acontecimientos que conducirán al apocalipsis.
Entre las enseñanzas Koresh estuvo una "nueva luz al mensaje" y una filosofía que equivale a "ganar" en el dormitorio, según el libro de Reavis. Las enseñanzas establecen que las "bodas espirituales" se llevarían a cabo entre Koresh y cualquier seguidora con la que él sintiera que Dios le había ordenado ir a la cama; lo que incluyó a niñas menores de edad y a mujeres legalmente casadas.
Los hombres debían mantener el celibato. La mayoría de los seguidores siguieron esta orden como una prueba de su fe. Algunos se negaron a participar y salieron del grupo davidiano. David podría tener cualquier mujer que Dios le diera, comentó alguna vez Clive Doyle, uno de los sobrevivientes de Waco. Otra mujer que Dios le dijo a Koresh que podía tener era la superestrella Madonna, la reina del pop.
Según Koresh, Dios le había mencionado algo más: Que la gente en el complejo davidiano debía empezar a construir un "Ejército de Dios", recuerda Doyle. Un día el mundo acabaría. Ellos sabían cuándo sería el final, y todos los no creyentes no entrarían al reino glorioso al que irían los miembros de la Rama de los Davidianos, predicaba Koresh. Así fue como comenzaron a comprar armas, y a prepararse.
Fuente: CNN
Todos pertenecían a un grupo religioso conocido como La Rama de los Davidianos, una escisión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que fue liderada por David Koresh. Después de haberle dedicado espacio en el boletín Info-RIES nº 199, reproducimos aquí la segunda entrega de la información publicada en la edición mexicana de CNN.
Infancia y juventud del líder
A David Koresh le gustaba que la gente pensara que era un perdedor. Frecuentemente mentía diciendo que había dejado la escuela años antes de lo que en realidad lo hizo. Sus compañeros de clase lo apodaban “Señor Retardado”, una manera infantil de molestarlo que, según Koresh, “trajo el sol a mi mundo”. Cuando aparentemente estás golpeado por la vida y te levantas para influir en tanta gente como lo hizo él, comenzando con pequeñas papas, da la sensación de ser más grandioso.
David Koresh no es su nombre real. Su verdadero nombre es Vernon Wayne Howell. Su madre tenía 14 años cuando lo tuvo. El niño era disléxico, pero aprendió a escribir fonéticamente y era un estudiante normal, a pesar de recordarle a la gente que estaba en desventaja por su condición. Dejó la escuela en el onceavo grado. El joven Vernon Howell amaba dos cosas: la música e ir a una iglesia adventista con su abuela. A los 12 años llevaba a otros niños a los sermones al memorizar largos pasajes de las escrituras.
Su pasión por la Palabra creció con el tiempo. Como comenta el periodista Dick Reavis en su libro The Ashes of Waco (Las cenizas de Waco): “La Biblia era su naturaleza. La relación de Howell con las Sagradas Escrituras era como la de un adicto a las noticias actuales con una colección de semanarios. Se sabía cada palabra de ellas y constantemente revivía sus proezas. Él hizo de la Biblia una máquina que funcionaba a la perfección”.
[Enlace sobre cómo] los seguidores de la secta davidiana aún después del mortal sitio de Waco en 1993, creen que Koresh era un mesías.
Durante su adolescencia, Howell se paseaba con su cabello despeinado, trabajaba en sus habilidades de guitarrista, embarazó a la hija de un pastor, la dejó y se incorporó enfurecido a la iglesia adventista, según el libro de Reavis. En 1981, se mudó a Waco para vivir en Monte Carmelo, el complejo de la Rama de los Davidianos. En ese tiempo, la secta davidiana estaba controlada por Lois Roden, una de sus primeras profetas autoproclamadas. Roden apenas comenzaba a predicar que había encontrado referencias en la Biblia que sugerían que Dios era mujer.
Su contemporáneo Clive Doyle tuvo dificultades para creer en sus interpretaciones, según le comentó a CNN. “Busqué y busqué y simplemente no pude encontrar esas partes femeninas en la Biblia”, afirmó. “A Lois le gustaba forzarlo un poco. Pero cuando llegó David, nos tomó un tiempo pero comenzamos a creer que había algo en él”. Doyle y otros seguidores dicen que parte de la razón por la que a Roden le gustaba Howell era que ambos estaban involucrados en el sentido bíblico. Roden comenzó a promover a su protegido. Una vez más, no era la una tarea sencilla. Tenía un gran tartamudeo y no parecía un hombre de Dios.
La ex davidiana Kathy Jones confió a CNN que Koresh le parecía un "vago". "Recuerdo que en un principio, todo el mundo decía algo así: '¡Oh, que está loco, ya sabes, que es esto y lo otro', eso es todo lo que escuché. Y entonces, de repente, la gente dijo, 'Estamos escuchándolo a él. Él tiene un mensaje'". A mediados de la década de 1980, Howell viajó a Israel con otros davidianos. Regresó con algo especial, dijo Doyle. Dios le había hablado a Howell para que todos se reunieran a su alrededor y los escucharan. "Tenía el espíritu", explicó Doyle.
La transformación y la secta
En 1990, Howell cambió legalmente su nombre a Koresh, como el rey Ciro, que permitió a los judíos a regresar a su patria. Koresh afirmaba haber desbloqueado los Siete Sellos en el Libro del Apocalipsis, que son los pasajes que contienen una serie de símbolos cuyo significado ha sido buscado por los estudiosos de la Biblia durante siglos. En general, se supone que los Siete Sellos que auguran acontecimientos que conducirán al apocalipsis.
Entre las enseñanzas Koresh estuvo una "nueva luz al mensaje" y una filosofía que equivale a "ganar" en el dormitorio, según el libro de Reavis. Las enseñanzas establecen que las "bodas espirituales" se llevarían a cabo entre Koresh y cualquier seguidora con la que él sintiera que Dios le había ordenado ir a la cama; lo que incluyó a niñas menores de edad y a mujeres legalmente casadas.
Los hombres debían mantener el celibato. La mayoría de los seguidores siguieron esta orden como una prueba de su fe. Algunos se negaron a participar y salieron del grupo davidiano. David podría tener cualquier mujer que Dios le diera, comentó alguna vez Clive Doyle, uno de los sobrevivientes de Waco. Otra mujer que Dios le dijo a Koresh que podía tener era la superestrella Madonna, la reina del pop.
Según Koresh, Dios le había mencionado algo más: Que la gente en el complejo davidiano debía empezar a construir un "Ejército de Dios", recuerda Doyle. Un día el mundo acabaría. Ellos sabían cuándo sería el final, y todos los no creyentes no entrarían al reino glorioso al que irían los miembros de la Rama de los Davidianos, predicaba Koresh. Así fue como comenzaron a comprar armas, y a prepararse.
Fuente: CNN
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