martes, 18 de noviembre de 2014

Miguel Pastorino: “en América Latina desciende el catolicismo, no la religiosidad”

Con el título “Cambio en el mapa religioso de América Latina”, Miguel Pastorino ha publicado en su blog en el portal Religión en Libertad un artículo sobre los últimos números en torno a la religiosidad del continente iberoamericano. Pastorino, profesor de Ciencias de la Religión en la Universidad Católica de Uruguay, es miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). Reproducimos su artículo a continuación

Cambios en el mapa religioso

Entre octubre de 2013 y febrero de 2014 se realizó una amplia investigación en América Latina sobre la afiliación, las creencias y prácticas religiosas. La encuesta se llevó a cabo en 18 países, como parte del proyecto Pew-Templeton Global Religius Futures, que analiza el cambio religioso y su impacto en las sociedades del mundo.

En este mes de noviembre se ha publicado el informe completo de Pew Research Center, del cual presentamos una breve síntesis y algunos datos de otras investigaciones recientes.

Es necesario aclarar que cuando el informe usa la palabra “protestantes”, está refiriéndose al amplio mundo evangélico, del cual un 70 % es pentecostal. Ya que no crecen las iglesias protestantes históricas, sino el amplio mundo evangélico-pentecostal.

20% menos de católicos en 50 años

Los datos históricos sugieren que durante la mayor parte del siglo XX, desde 1900 hasta la década de 1960, al menos el 90 % de la población de América Latina era católica.

A partir de 2014, la nueva encuesta del Pew Research Center estima que el 69% de los latinoamericanos se identifican como católicos, mientras que el 19 % pertenecen a las iglesias protestantes y el 8% son religiosamente no afiliados (ateo, agnóstico o ninguna religión en particular). El 4% restante incluye los testigos de Jehová, mormones, musulmanes, hindúes, judíos, espiritistas y adherentes de las religiones afroamericanas (Umbanda, Santería, etc.).

En casi todos los países encuestados, la Iglesia Católica ha sufrido pérdidas netas debido al cambio religioso de muchos latinoamericanos que se unieron a iglesias evangélicas -en su mayoría pentecostales- o que rechazaron en general la religión organizada y se confiesan como “no afiliados a ninguna religión”.

En Brasil entre 1970 y 2010 los evangélicos pasaron de un 5% a un 20% y los católicos descendieron del 92% al 68%.

Desciende el catolicismo, no la religiosidad

Mientras la Iglesia Católica ha perdido adherentes con el cambio religioso, tanto las iglesias pentecostales como la población sin afiliación religiosa de la región han ganado miembros.

Buena parte del movimiento del catolicismo hacia las iglesias evangélicas en América Latina se ha producido en el período de una vida. De hecho, en la mayoría de los países encuestados, al menos un tercio de los protestantes actuales fueron criados en la Iglesia Católica y la mitad o más dicen haber sido bautizados como católicos.

¿Por qué se cambian de Iglesia?

Los ex-católicos convertidos al pentecostalismo dan como razones principales de su cambio las siguientes: Buscar una conexión personal con Dios (81), disfrutar de un nuevo estilo de culto (69), buscar un mayor énfasis en la moralidad (60), encontrar una iglesia que ayude a sus miembros (59), y el acercamiento misionero de la nueva iglesia (60). Un 20 % lo adjudicó a problemas personales.

En toda América Latina, más de la mitad de quienes cambiaron la Iglesia Católica por el pentecostalismo dicen que su nueva iglesia se acercó a ellos (58%), destacando así el impacto misionero del amplio mundo evangélico. Además, la encuesta reveló que los evangélicos tienen una mayor tendencia que los católicos a compartir su fe con personas ajenas a su propio grupo religioso.

Si bien el abandono del catolicismo se ha producido entre personas de todas las edades y niveles socioeconómicos, en la mayoría de los países manifiestan haber dejado el catolicismo antes de los 25 años. La movilidad geográfica puede también estar relacionada con las conversiones al mundo evangélico.

La mayoría cristiana es pentecostal o carismática

La mayoría de los protestantes de América Latina se identifican con el pentecostalismo. En los 18 países y Puerto Rico, una mediana del 65% de los protestantes dice pertenecer a una iglesia que es parte de una denominación pentecostal o se identifica personalmente como cristiano pentecostal independientemente de su denominación, con cierta superposición entre las categorías.

En el catolicismo también la modalidad “pentecostal” es la que crece. Una mediana del 40% de los católicos de toda América Latina dicen que son “carismáticos”, un estilo que comparte similitudes con la espiritualidad y la sensibilidad pentecostal.

Crecen los “no afiliados

La mayoría de las personas que no tienen afiliación expresan claramente su no pertenencia a una religión en particular, lo cual no debe confundirse con ateo o agnóstico. Esto no significa que no tengan creencias religiosas, ya que una gran parte de los adultos sin afiliación religiosa dicen que la religión es muy importante en sus vidas. Aproximadamente uno de cada diez adultos o más en Uruguay, República Dominicana, El Salvador y Chile dicen no tener una religión en particular. En Estados Unidos, el 15% de los hispanos entran en esta categoría.

En Uruguay se encuentra el mayor porcentaje de adultos sin afiliación religiosa de América Latina (37%), aproximadamente el doble de las personas sin afiliación de cualquier otro país de la región.

Católicos menos comprometidos

Elementos que se destacaron en el informe es que los católicos son más liberales que los evangélicos en cuestiones de moral sexual, manifestándose muchos más católicos a favor del aborto o del matrimonio homosexual, que entre los evangélicos.

Los evangélicos en un 90% tienen en su vida personal un fuerte compromiso social, a diferencia de los católicos (sólo un 50%).

Religión en Uruguay

Uruguay [recordamos a los lectores que el articulista Miguel Pastorino es uruguayo y vive en aquel país] es un caso atípico y es por mucho el país más secular de América Latina. Un total del 37% de los uruguayos dicen no tener una religión en particular o que son ateos o agnósticos. En ningún otro país latinoamericano encuestado la cantidad de personas sin afiliación religiosa asciende ni siquiera al 20% de la población.

En la actualidad, Uruguay tiene por mucho los niveles más bajos de compromiso religioso entre los países encuestados. Menos de un tercio de los uruguayos (28%) dicen que la religión es muy importante en sus vidas; en ningún otro país encuestado hay menos de cuatro de cada diez personas que digan esto. Relativamente pocos uruguayos dicen que rezan diariamente (29%) o que asisten a servicios religiosos semanalmente (13%). En contraste, en su vecino Brasil, el 61% de los adultos dicen que rezan a diario y el 45 % informan asistir a los servicios al menos una vez a la semana.

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