Recientemente se ha publicado el libro Los mormones. ¿De verdad sabes quiénes son? Sus autores son Vicente Jara Vera, OP, laico dominico de la Fraternidad de Atocha (Madrid), y Jorge Núñez Pascual.
Vicente Jara es integrante de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), autor de numerosos artículos y conferencias, asesor de diferentes organismos y entidades y director, desde hace casi una década, del programa de radio “Conoce las sectas” de Radio María España. Con motivo de la reciente publicación, recogemos la siguiente entrevista concedida a Dominicos.org.
Un libro “que impresionará a cualquier lector”
- Vicente, lo primero felicitarte por el éxito que está teniendo este libro, parece que está suscitando un gran interés, ¿no es así?
- Sí, así es. Ha sido muy bien acogido, y creo que es un libro que llena un hueco, porque no existía ya en lengua española una obra adecuada que con claridad y detalle ayudara a conocer a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocidos como mormones. Y también he de agradecer la continua petición de multitud de parroquias y de colegios y centros educativos que nos están llamando desde que se publicó para dar conferencias sobre este tema. Algo sorprendente y que he de agradecer a la gran labor de la editorial Digital Reasons, que tiene un enfoque de reflexión y debate con el pensamiento contemporáneo desde el cristianismo sumamente atractivo.
- ¿Qué podemos encontrar en este libro?
- La respuesta a la pregunta del título: es una obra para conocer lo que son los mormones, una realidad que incluso sus propios miembros desconocen en sus detalles más íntimos y profundos, aunque resulte llamativo, pero así es. Los mormones no son cristianos, nunca lo fueron, pero se hacen pasar por tales. Mostramos por qué es así. Hablamos de su historia, su fundador y su fundación, su organización, las creencias y sus ritos. Es sin duda la obra más completa, con multitud de referencias bibliográficas, incluso con enlaces de Internet a material audiovisual, existentes en lengua castellana. Una obra que impresionará a cualquier lector. Incluso en su enfoque, que no sólo es descriptivo, sino que también tiene un fuerte tono pastoral, de buscar la verdad de las cosas, de ver el sentido del credo mormón y su conformación, de comprenderles, y también responder a la pregunta de qué hacer ante ellos, cómo comportarnos como cristianos ante un mormón, etc.
El peligro de la Nueva Era
- Más allá de los mormones, como especialista en sectas que eres, ¿crees que el tema de las sectas sigue teniendo actualidad en nuestros días?
- Sí, claro que sí, aunque su explosión fue en los años 60-80 del siglo XX en Occidente, por toda la irrupción del sincretismo venido de Oriente en Europa y América y las realidades socio-políticas de aquel momento. Pero aquellos grupos siguen existiendo, además añadiendo todas las corrientes de la Nueva Era, tan destructivas por su infiltración incluso dentro de la misma Iglesia católica. La cantidad de gurús, orientalismos, terapias alternativas de corte pseudo-místico, magia y superstición, incluso la magia negra o el satanismo, son habituales en el mundo de hoy.
- Tú eres laico dominico. Sobre este tema en concreto, ¿se puede decir que el carisma suscitado por el Espíritu Santo en santo Domingo de Guzmán para el surgimiento de la Orden de Predicadores es actual?
- Claro, claro. Mira si es actual que incluso yo sigo estudiando las corrientes de catarismo de hoy en día, no tan peligroso como hace ocho siglos, pero aún existente con un fuerte componente pseudo-histórico, romántico incluso, con elementos muy dispersos y mezclas difusas. Pero igual que santo Domingo de Guzmán observó muchas mezclas religiosas que llevaban al error a tanta gente entonces, hoy vivimos una situación similar: la diversidad de ideas erradas, la confusión y la perversión de la verdad que tienen los diversos grupos sectarios sobre Jesucristo, y aquí hablo de mormones, de los testigos de Jehová, incluso de otra secta como la iglesia de la Unificación de Moon, también las corrientes New Age, los diferentes grupos neo-gnósticos, sectas de corte apocalíptico, las agrupaciones pseudo-pentecostales, grupos de terapias alternativas crísticas, falsos videntes y médiums que canalizan entidades trascendentes y potencias divinas, etc. Pero incluso las manipulaciones de la figura de Cristo que hacen en la masonería o los rosacruces o en otras sociedades secretas. En fin, el desconcierto de creencias y de siembra del error que vio santo Domingo de Guzmán persiste y ha de seguir siendo afrontado como él lo hizo.
Anunciar a Jesucristo
- ¿Y cómo afrontarlo en concreto?
- De igual forma. Me refiero, con la fuerza de la Palabra, que es Jesucristo. La predicación expositiva y patente de Jesucristo, de su mensaje, como es custodiado en la Iglesia por él fundada. Domingo de Guzmán es un hombre que vive “in medio Ecclesiae”, en el centro de la Iglesia. Y como es propio de la Orden de Predicadores, con la fe y la razón, imbricadas entre sí, para conocer la Luz, que es Dios, e iluminar al mundo.
- Entonces, la pastoral de las sectas es una predicación netamente dominicana, según dices, incluso en los niveles de discusión, como también hizo el mismo santo Domingo.
- Sin duda, es propio del carisma. Vamos a ver, el ayudar a las personas que están en estos grupos sectarios, el dialogar con los que pertenecen a ellos, el llevarles al verdadero Cristo y a la Iglesia por él fundada te obliga al estudio continuo de la Palabra de Dios, al estudio de los sacramentos, la eclesiología, la antropología, la figura de la Virgen María incluso, y la historia eclesial, y cómo no, la filosofía y la ciencia, tan presente cuando entras a dialogar con mormones, testigos de Jehová, gnósticos o masones entre otros.
Yo estoy continuamente repasando lo que aprendí en mis años de estudiante de filosofía y teología, pero fuera de la clase, en el mundo real, y no solo repasar sino seguir mejorándolo. Es el estudio dominicano ante las preguntas de los que están en las sectas y en grupos esotéricos, en ideologías gnósticas y mágicas. Me paso la vida predicando a Jesucristo, hablando de él. Y ese es el carisma de la Orden de Predicadores, la predicación explícita de Jesucristo. Eso es justamente lo que hacía santo Domingo con los cátaros o los valdenses. Y siempre pidiendo la gracia de Dios. Como ves, nada ha cambiado, y por eso el carisma de la Orden de Predicadores es tan actual.
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