miércoles, 30 de noviembre de 2011

Las sectas, un desafío al ecumenismo en Iberoamérica

El sacerdote dominico Pedro Fernández Rodríguez OP, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) acaba de publicar en Edibesa (Madrid) un libro titulado "El poder de la palabra y la debilidad del diálogo. Treinta años de ecumenismo (1970-2000)". Fernández, que ha sido durante muchos años profesor en la Facultad de Teología de San Esteban (Salamanca), y también en la Facultad de Teología de San Dámaso (Madrid), ahora es penitenciario de la basílica de Santa María la Mayor (Roma).

En su última obra resume más de una treintena de encuentros y congresos ecuménicos internacionales a los que asistió entre los años 1970 y 2000, señalando los diálogos que se llevaron a cabo, quiénes fueron sus protagonistas y otros muchos detalles que hacen del libro un buen referente para tomar el pulso la historia reciente del empeño por la unidad de los cristianos.

Al comienzo del libro relata lo tratado en el Congreso “Evangelización y ecumenismo”, que se celebró en 1991 en Guadalupe (Cáceres, España). Al final de su crónica explica cómo se abordó el fenómeno de las sectas en el contexto del ecumenismo. Por su interés, reproducimos un extracto a continuación.

Los nuevos grupos religiosos (sectas)

No abundan los estudios concretos sobre sectas en las naciones iberoamericanas, de tipo sociológico o de tipo teológico. En general, se puede decir que el origen de la expansión de las sectas de Iberoamérica está en los vacíos de la pastoral católica; por ejemplo, cuando se enfatiza el compromiso socio-político o el análisis científico, se reducen el celo apostólico y la dedicación espiritual.

Ahora bien, los textos oficiales sobre las sectas, como el romano y el español, engloban quizá en el mismo término de sectas los nuevos grupos religiosos, algunos de tipo cultural, en relación con la “Nueva Era”. Un estudio sociológico de las sectas es hoy día previo a su estudio teológico.

Los documentos aludidos son: “Sectas o nuevos movimientos religiosos. Informe Progresivo del Secretariado Romano para la Unidad”, mayo de 1986; el material enviado a Roma desde Iberoamérica, para preparar este Documento Vaticano sobre las Sectas, se encuentra en la Universidad Gregoriana. Y el Comunicado de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales sobre “las Sectas y Nuevos Movimientos Religiosos”. Diciembre de 1989.

Las sectas hay que estudiarlas dentro del estilo de vida norteamericano, y como una manifestación de la nueva religiosidad popular. ¿Podemos decir que las sectas destruyen la cultura ya existente, o que gestan una nueva cultura, por ejemplo, en Iberoamérica? Las sectas son un fenómeno religioso ambiguo, que ha de ser estudiado en los ámbitos de la posmodernidad, del fundamentalismo religioso y la nueva religiosidad popular, y representan un reto a las Iglesias históricas en cuanto al modo actual de vivir el evangelio.

Por eso, admitida la amplitud del mundo sectario, hoy se prefiere hablar de nuevos grupos o movimientos religiosos. De todos modos, sabemos que las sectas en Iberoamérica desean hoy día sustituir a la Iglesia católica, animadas por el éxito numérico de su proselitismo y su rápido crecimiento.

Pero, las sectas, ¿tienen algún significado teológico en la historia de la salvación? ¿Nos dice Dios algo a través de las sectas? La gente necesita, no sólo medios para vivir, sino también razones para vivir; las sectas responden también a estas necesidades humanas. En fin, el gran reto de la Iglesia católica en Iberoamérica no son las sectas, sino la evangelización del mismo pueblo cristiano y sencillo de aquellas naciones; y no se trata de una cuestión ecuménica, sino de un compromiso misionero.

Indirectamente, sí es una situación ecuménica, en cuanto que hay que evangelizar sin ofender a otros cristianos o creyentes, de las religiones que sean, y hay que estar abiertos a asumir los aspectos positivos de las sectas, que son respuestas a las carencias de nuestras comunidades católicas.

martes, 29 de noviembre de 2011

Boletín Info-RIES nº 221

Ya pueden disponer del último boletín de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES. Si desean subscribirse pueden hacerlo de manera gratuita en www.ries-sectas.tk.

Boletín Info-RIES nº 221 (29/11/11).

1. Benedicto XVI: el desafío de las sectas y la hechicería en África.
2. Las sectas, un desafío al ecumenismo en Iberoamérica.
3. Una nueva editorial católica española arranca con un libro sobre las sectas.
4. Estados Unidos: el asalto de los mormones.
5. Asesinan en México a un predicador de los testigos de Jehová.
6. Japón ratifica la condena a muerte a un adepto de la Verdad Suprema.
7. La masacre de Guyana: ¿suicidio o asesinato en masa?
8. Los rosacruces se dan a conocer en España con conferencias.
9. Crecen en España las santerías con camuflaje católico.
10. Muere en Perú un turista francés por el consumo ritual de ayahuasca.

lunes, 28 de noviembre de 2011

"Los poseídos son uno de los colectivos que más sufre y está casi abandonado", dice el exorcista de la Archidiócesis de Barcelona

Ofrecemos la entrevista-artículo realizada al exorcista de la Archidiócesis de Barcelona, en el Diario Información, de Alicante:

Es difícil encontrarse a alguien como Juan José Gallego (León, 1940), un exorcista que habla con claridad de posesiones. Gran conocedor de la Comunitat Valenciana, desgrana un oficio con muchos mitos a su alrededor... ¿o quizá no tantos?

De voz grave y ligero deje valenciano, el padre dominico Juan José Gallego atiende nuestra llamada y arroja luces sobre un oficio, el de exorcista, asociado demasiadas veces a la película homónima de 1973 dirigida por William Friedkin y a unas notas de piano de sobra conocidas. Pero, ¿qué hay de cierto en lo que cuenta la cinta? Pues, a tenor de lo que relata Gallego, mucho. Escucharle explicar algunos de sus casos pone los pelos de punta, porque son historias vistas cientos de veces en el cine. Fuerza sobrehumana, convulsiones, lenguas extrañas, voces graves... auténticos relatos de terror que se desarrollan en el despacho de este tranquilo leonés, que fue ordenado en Torrent, y que no se parece en nada al atormentado padre Karras.

Antes de ser designado exorcista, usted trabajaba en Valencia, donde pasó muchos años. ¿En qué consistía su trabajo allí?

Casi más de la mitad de mi vida la he pasado en Valencia. Me ordenaron sacerdote en Torrent, en el año 1965. Después fui prior de un convento de esa ciudad, rector del Colegio San Vicente Ferrer durante seis años, presidente de la Confederación de Religiosos de la Comunidad Valencia (Confer-Coval) y vicegrancanciller de la Facultad de Teología de San Vicente Ferrer. Me siento muy identificado con Valencia.

¿Cómo y cuándo le dicen «padre Gallego, necesito que sea exorcista»? ¿Cuál fue su reacción?

Aquí, en Barcelona, estaba de exorcista un padre que había vivido en Valencia, el prior de uno de los conventos dominicos de Valencia. El cardenal, cuando el hermano se fue, me preguntó si yo aceptaría. Yo dije que sí, sin más. Él me conocía un poco pero más a mi hermano.

¿Qué necesita alguien para ser exorcista de la Iglesia Católica?

Según el código de Derecho Canónico, tiene que ser sacerdote, ser nombrado por el obispo y tener buena fama y ser docto en doctrina social de la Iglesia. Hay que tener, claro, conocimientos de demonología. Me tragué todo lo que había y me preparé mucho. Los poseídos son uno de los colectivos que más sufre y está casi abandonado.

¿Cree que el suyo es un ministerio necesario?

Totalmente. Mucha gente que se siente mal y no sabe dónde acudir, que va a un sacerdote, que antes siempre le derivará a un psiquiatra. El poseído puede no ser católico, pero es más difícil de solucionar. Hace más de 4.000 años que había exorcismos en Mesopotamia y los hay en todas culturas hoy en día.

De los más de 300 exorcismos que ha realizado, ¿se le ha quedado alguno grabado?

Al poco de ser exorcista, me llamó un señor de Ecuador y me dijo que estaba asustado porque su mujer cuando veía cualquier signo religioso perdía el conocimiento, se ponía violenta... Cuando vinieron yo había salido, así que me retrasé. Al acercarme, vi que ante el convento estaba en el suelo. La metimos dentro, fui a por el libro del exorcismo y el agua bendita, y se retorcía por el suelo de una manera impresionante cuando le tiraba agua. Tuve miedo, porque se lanzaba a cogerme de los pantalones, quería hacer daño a su hijo pequeño... Cuando terminamos me pidió confesión y me dijo que el agua bendita le quemaba. Me impresionó también un muchacho de quince años que aparecía con la camisa quemada, arañado, decía que su abuelo le hablaba... En fin, cosas muy raras. No quiso hacer el exorcismo. Después de pelear, aceptó y en medio del exorcismo me dijo: «Van a salir pero volverán». A los cuatro cinco días volvió todo igual. Durante el exorcismo, perdía el conocimiento nada más empezar: entraba en trance, que duraba unos diez minutos. Un día pasó media hora y le dije que no le hacía más exorcismos porque estaba violento, así se fue a Murcia y le ayudó un exorcista de allí. Ocurrió con este muchacho un episodio curioso. Iba en el coche con su madre y su hermana por la autopista, algo se apoderó de él y cogió el volante. El coche dio tres o cuatro vueltas de campana y quedaron todos ilesos. Mi interpretación es que es verdad, el demonio le había poseído, pero los ángeles de la guarda le protegieron.

¿Es verdad lo que se ve en las películas?

Al poco de nombrarme exorcista me hicieron una entrevista en Barcelona y me preguntaron por esto. A la semana siguiente, una cadena de televisión dio El Exorcista, y entonces vi muchas cosas que no había visto. Por ejemplo, la protagonista hace la ouija, que es una invocación a los espíritus. Lo que le pasó a ella... he tenido casos semejantes: hablan lenguas, tienen fuerza, se sienten destrozados interiormente, sienten una presencia dentro de ellos... He vivido casos similares. Un muchacho, por ejemplo, que en una colchoneta daba brincos de dos y tres metros, que si no lo ves no lo crees. Es terrible lo que sufren estas personas, la verdad, aunque nunca permitiré que nadie filme un exorcismo.

En alguna ocasión ha asegurado que la Comunitat Valenciana es una zona con una gran actividad demoníaca.

Sí. Son impresiones. Quizá el bienestar de la zona afecta. No lo sé. Fíjate que las sectas satánicas hacen un mal enorme, y es posible que haya por allí células de esto. Hay que estar atentos porque hoy hay muchísima gente que se ríe de estas cosas, pero me gustaría que la gente liberada hablara y dijera lo que han tenido que pasar para que todos vuelvan a creer en esto.

¿Ha pasado miedo en alguna ocasión?

Pasé mucho miedo al principio. Cuando dije que sí, cuando paseaba veía demonios por todas partes. En un momento de mi vida, dije que era sacerdote y que creía en la Eucaristía, y que eso era mucho más importante. Desde aquel momento no he tenido miedo ningún momento.

¿Qué son los demonios?

Presencias. Se puede hablar con ellos... pero yo no lo he hecho nunca porque el demonio es el padre de la mentira. No tienes que hacerle caso.

¿Es difícil pedir permiso para hacer un exorcismo?

Yo tengo un nombramiento que no es frecuente. Dice textualmente: «Te autorizo para que realices todos los exorcismos que tú consideres necesarios según tu prudencia». Depende de que el obispo se fíe de ti y que tenga indicios de que eres una persona preparada.

¿Cree que algunas de las posesiones que usted exorciza se pueden tratar de problemas psiquiátricos?

El exorcismo no es un oficio de psiquiatras. Pero eso sí, cuando viene alguien lo primero que le pido es que me enseñe un certificado psiquiátrico. Son funciones distintas. El exorcista es un oficio religioso. Con las películas que hemos visto nos fijamos en los movimientos violentos y esas cosas, pero eso es lo secundario. El demonio lo que quiere es apartarnos de Dios. El exorcista tiene que ayudar a estar con Dios. La verdad es que en ocasiones hay esquizofrenias que dan síntomas parecidos, por eso antes tengo una entrevista con la persona que puede durar cuatro o cinco sesiones hasta que tengo indicios ciertos de que puede haber algo.

Fuente: Diario Información

viernes, 25 de noviembre de 2011

Thetahealing, o el curanderismo vestido de secta

Después de varias consultas que se han recibido en la RIES sobre la terapia “Thetahealing”, ofrecemos el artículo realizado por el sacerdote español D. Julio de la Vega-Hazas, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), sobre este grupo sectario.

Un vendedor ambulante de un mágico elixir que cura todas las dolencias no constituye, desde luego, una secta. Si forma una red de venta del elixir con unos cuantos compinches, tampoco. Pero si su puesta en escena va adoptando tintes religiosos, entonces ya entra en ese ámbito de religiones extrañas que se suelen denominar sectas. Thetahealing, como su propio nombre indica –“sanación Theta”-, es un curanderismo contemporáneo, pues pretende tener la clave de la curación de todos los males al margen de la medicina científica. No se trata, claro está, de un elixir; tiempo atrás, el elixir se presentaba como lo más avanzado, pero ahora lo vanguardista son técnicas complejas que permiten actuar a fuerzas ocultas. Eso es lo que propone la organización creada por la norteamericana Vianna Stibal. Y Stibal se presenta cada vez más nítidamente como una visionaria religiosa, y su grupo como una religión.

En cierto modo esta deriva religiosa resulta inevitable. En otros tiempos el charlatán del elixir podía huir a tiempo en su carromato a otro lugar en donde no le conocían. Hoy el simple poner distancia de por medio no permite escapar de las acusaciones de fraude y las amenazas de acciones judiciales –hay variedad en los distintos códigos penales, pero todos coinciden en considerar delito el intrusismo profesional y la comercialización fraudulenta-, y el refugio que les queda a los pretendidamente milagrosos remedios es transformarse en entidades religiosas, más protegidas por las leyes que las llamadas medicinas alternativas.

No es nuevo este proceder. Ya lo hizo Ronald Hubbard, que llamó Dianética a su método revolucionario, cuando en 1954 fundó la “Iglesia de la Cienciología”. La publicación de su libro Dianética no le causó problemas, pero su puesta en práctica abriendo una consulta llevó casi inmediatamente al acoso legal por intrusismo por parte del colegio profesional que agrupa a los psiquiatras, la APA. De ahí que lo convirtiera en religión (y albergara un odio a los psiquiatras que transmitió a su organización).

De hecho, hay ciertos paralelismos entre ambos, que van bastante más allá de la coincidencia de que en un caso el método se llame theta y en el otro el objetivo sea convertirse en lo que designan como un thetan operativo. Las semejanzas no hay que buscarlas con la compleja organización de la Cienciología, sino entre Thetahealing y el método de sanación y potencial humano de Hubbard, la “Dianética”.

En primer lugar, las personas. Hubbard aseguró que su método funcionaba porque en la última guerra mundial, cuando servía como oficial de la Reserva Naval, le curó de unas heridas de guerra que le habían dejado desahuciado. En realidad nunca entró en combate, y en los archivos de la marina norteamericana en Saint Louis solo consta una úlcera de duodeno y no consta ninguna herida (sí, en cambio, que duró poco al mando de dos pequeños barcos y fue valorado como “falto en las cualidades esenciales de juicio, liderazgo y cooperación”). Vianna Stibal asegura que “en 1995 recibí una instantánea curación de un cáncer por el Creador de Todo lo que Es. Desde entonces, me he curado a mí misma muchas veces a través del Creador utilizando ThetaHealing”. Pero no aporta ningún documento del historial médico, y los diversos relatos que ha hecho sobre su cáncer en el fémur y su instantánea desaparición no concuerdan en los pormenores.

Con la titulación encontramos también un paralelismo. Hubbard pregonaba tener un título de ingeniería, pero en realidad abandonó la universidad al segundo año. Y, junto al título de ingeniero de caminos, o civil, también exhibía un doctorado en filosofía. Este último se trataba de un doctorado honoris causa por la Universidad de la Sequoia, una entidad nunca reconocida oficialmente cuyo propietario era el mismo Hubbard, y que cerró en 1984 por orden judicial. Stibal no ha contado con tantos medios. Nunca fue a la universidad, ni tiene estudios superiores. Sin embargo, ha figurado en sus publicaciones como Doctora en Naturopatología.

En el Estado de Idaho donde vivía, esto significaba haber cursado unos estudios de varios años, obtener el consiguiente título y registrarse en un colegio profesional. Nada de esto consta. Lo que cuenta sugiere más bien lo contrario: “como madre soltera con tres niños a mi cargo, pronto me decidí que trabajar en una fábrica no ofrecía mucho futuro, así que empecé a concentrarme en el estudio de la medicina naturopática y en marzo de 1994 pasé a la práctica de masaje y naturopatología a tiempo completo”. Ese estudio de ratos libres duró aproximadamente dos años. ¿Qué estudió? No es fácil precisarlo, pero debió incluir alguna noción de neurofisiología y de masaje, pero, aunque no haya modo de hacerlo constar, es bastante probable que la Dianética de Hubbard pasara por sus manos.

Las dos organizaciones ponen un especial relieve en afirmar que sus métodos son científicos, incluso más profundamente científicos que la medicina regular. En el caso de Hubbard, el nombre de “Cienciología” lo dice todo al respecto, aunque detrás de tanta apariencia no se vea mucha ciencia. Stibal afirma, de entrada, que su medicina es “cuántica”, a pesar de que no aparezca por ningún lado el empleo de la física cuántica. El nombre de la técnica obedece a que pretendidamente actúa extrayendo todo el potencial que contienen las ondas cerebrales Theta. Se trata de uno de los cuatro tipos de ondas cerebrales (de 5 a 8 ciclos por segundo), asociado a momentos de rutinas asumidas con serenidad que permiten liberar la conciencia para pensar, de forma que suelen ser momentos de que surjan buenas ideas u ocurrencias. Hasta aquí no hay nada de particular. Solo que Stibal asegura que, potenciándolas, se consigue llegar a un “estado Theta”, una especie de trance que conecta con el Creador y permite participar de sus potencialidades sanantes.

¿Cómo actúan? De varios posibles modos, aunque hay uno que destaca sobre los demás, porque es el que va a la raíz del problema y su solución: sobre el ADN de la persona. Aquí Vianna Stibal nos sorprende con un descubrimiento: resulta que hay un cromosoma de la juventud y la vitalidad. Pero ése ha sufrido una involución: se ha deteriorado a lo largo de la historia humana, y con ello se ha perdido la capacidad de autorrejuvenecer nuestros cuerpos. Se trata de recomponer lo perdido, y para ello Thetahealing imparte los cursillos ADN-1 y ADN-2, estando el tercero en fase de preparación. A esto hay que añadir el toque apocalíptico tan común en muchas sectas, que alegan tener la clave de la salvación de una humanidad al borde de la catástrofe global: en este caso, las toxinas y venenos de nuestra sociedad industrial amenazan la supervivencia humana, de forma que, en palabras de Stibal, “el acabamiento del cromosoma de la juventud y la vitalidad le ayudará a sobrevivir”, pues “es en este tiempo de iluminación cuando la raza humana está de nuevo preparada para recibir la juventud regenerada”.

Eso sí, semejante descubrimiento, que habría podido hacer a su autor acreedor de un premio Nobel, no ha sido alcanzado por métodos científicos, sino por revelación de lo alto cuando su receptora estaba en un “éxtasis theta”. Asimismo –escribe-, “el Creador me dijo que empezara con las Activaciones de ADN, activando el filamento fantasma en el cuerpo de una persona. Entiendan que en realidad no estamos añadiendo secuencias a nadie; solo estamos despertando lo que ya está ahí. Se me dijo que a través de esta activación mejora la intuición de una persona, mejora la capacidad de sanar, el cuerpo se destoxifica y la persona es capaz de acceder a los diferentes Planos de Existencia sin esfuerzo”.

Para la creadora de Thetahealing las enfermedades pueden tener su causa en la existencia de toxinas o en malfunciones o deformaciones del ADN o del “Sistema de Creencias”, consistente este último en lo que se tiene por cierto y como tal queda en el cerebro al modo que un programa en el ordenador, regulando desde ahí la conducta. El problema aquí es que solemos creer en una serie de limitaciones como definitivas, y eso es lo que hay que cambiar. Por eso –cuenta Stibal– “fui al Creador y le dije «Creador, ¿cómo pueden cambiarse las creencias? Enséñame». Y me enseñó que la misma técnica que empleaba para la sanación puede también cambiar creencias”.

Las referencias a Dios son constantes, aunque prefiere llamarle “el Creador de Todo lo que Es” o simplemente el Creador. Ahora bien, ¿quién o qué es? Cuando declara que Thetahealing es compatible con cualquier religión, no está queriendo decir que es algo ajeno a ellas, sino más bien que pretende englobarlas a todas. Se trata de una mentalidad y una terminología que resulta familiar a quien conozca algo de cerca a los gurúes del hinduismo cuando predican en Occidente. Como muchos de ellos, se afirma que lo que se proporciona, más que una religión, es una filosofía de la vida. Pero es esa “filosofía” la que tiene las claves de las realidades últimas, de forma que las religiones lo que hacen es expresarla cada una a su modo.

Así, Stibal puede decir que “me doy cuenta de que el Creador tiene muchos nombres distintos: Dios, Buda, Shiva, Diosa, Jesús, Yahvé y Alá son todos ellos corrientes que fluyen hacia el Séptimo Plano de la Existencia y la Energía Creativa de Todo lo Que Es”. Para ella, Dios es la fuerza o energía creativa que subyace en el universo, de forma que es inmanente al mismo. A la hora de detallar algo más la explicación surgen en sus textos conceptos de un inequívoco origen en la India. Así, se logra alcanzar ese “séptimo plano” a través de un proceso de meditación “diseñado para liberar la conciencia (consciousness) de la atracción magnética de la Tierra y del egoísmo de la persona”, el mismo yoga de los hindúes destinado a despojar a la persona de todo deseo y apego terrenales para fundirse con el absoluto. A ese estado supremo también lo llama conciencia cósmica, otro término familiar en el hinduismo.

La conexión con lo divino lleva “el don de la Co-Creación o sinergia con Dios”, a través del cual “es posible traer al Creador a nuestra realidad para sanar a otros y a nosotros mismos”. Hay alguna terminología más sacada de la India, como las “chakras”, o centros de energía latentes en el cuerpo humano. Y, aunque hay signos de su reconocimiento en muchos lugares, Stibal concluye en buena lógica que “sin embargo, ninguna cultura ha desarrollados las chakras más que los indios (hindúes) a partir de la filosofía tántrica y el yoga”.

No faltan tampoco algunos toques en la más pura sintonía con esa especie de movimiento ideológico que se ha denominado New Age. Stibal narra un encuentro personal con Jesucristo, en el cual le muestra una visión completa de su paso por la Tierra. “Entonces –continúa su narración– le pregunté sobre el final del mundo, y cuándo llegaría. Lo que vi no es lo que hubiera esperado. Vi nacer al mundo a unos niños especiales. Era el nacimiento de esos niños especiales lo que iba a ser el fin del mundo tal como lo conocemos, y esos niños eran el nuevo comienzo”. Ella misma los llama los hijos de la Nueva Era.

En el desarrollo de montajes como el de Thetahealing, la vida –o más bien las leyes– les empuja poco a poco a subrayar el elemento religioso frente al que podríamos denominar científico. A la vez, la curación prometida se va desplazando también poco a poco al área de problemas psicológicos o espirituales frente a los físicos. Aquí es más fácil prometer bienestar y obviar los posibles fracasos: siempre se puede alegar que el cliente no colabora suficientemente –le falta fe en el saneamiento, por ejemplo–.

Thetahealing lleva pocos años en funcionamiento, y puede apreciarse, si se sigue su pista, esa evolución. Con el tiempo, son más las cautelas legales que se adoptan, sin llamar la atención sobre ello, como el que Stibal ya no firme como titulada o que se solicite consentimiento escrito para el tratamiento, o bien que los resultados anunciados sean más altisonantes pero menos concretos.

A la vez, el reclamo acaba siendo más o menos el de la Cienciología y los gurús hindúes: unas sesiones de masaje y sauna, contar al detalle todo lo que preocupa o inquieta, y hacer unos ratos de meditación son un recurso bastante seguro para conseguir sentirse mejor en el inicio, y poder así afirmar que el método funciona. El problema es que ahí se queda la cosa, no hay más, salvo que uno quiera hacerse la ilusión de que está contribuyendo al nacimiento de una nueva humanidad.

Si fuera verdad lo que han proclamado de modo tan contundente, ni Hubbard se habría muerto ni Vianna Stibal sería hoy una señora gordita en la que se nota –como en todo el mundo– el paso de los años. Ella puede decir –lo hizo– que se sentía más joven cuando entró en el séptimo plano de la existencia, pero el resto de los mortales lo que ve es que una cosa es sentirse algo y otra distinta serlo en verdad. La mucha palabrería no debería hacer perder de vista lo evidente.

Todo el recubrimiento científico de Thetahealing es algo postizo, por mucho que se barajen conceptos que sí pertenecen a la neurofisiología, como las ondas theta. Todo lo que pretende aportar thetahealing como original e innovador tiene una única fuente: las supuestas revelaciones de la divinidad a Vianna Stibal. De hecho, si en sus libros y exposiciones se prescindiera de todo el ropaje científico, todo quedaría igual.

La ciencia tiene su propia metodología, tanto para descubrir como para comprobar, y al respecto no se aporta nada que no se supiera de antemano y no hubiera servido más que para conseguir un poco más de relajación, algo desde luego positivo pero muy alejado de sanaciones milagrosas, y mucho menos del surgir de una nueva humanidad. Los testimonios pueden estar muy bien, pero requieren comprobación, son manipulables, y en todo caso resulta sospechoso que constituyan la única fuente de respaldo acerca de unos avances terapéuticos que, de ser ciertos, revolucionarían la medicina.

Si pasamos del terreno de la ciencia al de la religión, puede pensarse que es el mismo Dios el que adoran los cristianos, los judíos y los musulmanes, aunque vendría bien hacer algunas matizaciones. Pero lo que resulta insostenible es que ese Dios es el del budismo y el hinduismo. La diferencia fundamental es que, para los primeros, Dios trasciende al universo visible, mientras que para los segundos es inmanente al mismo.

En otras palabras, las religiones orientales son panteístas. Puede discutirse sobre si estamos hablando de un Dios personal. Para las grandes religiones monoteístas, la respuesta es afirmativa. Para el budismo claramente no lo es. En el hinduismo encontramos variantes, pues en algunos casos lo entienden como una especie de alma universal con un cierto carácter personal, aunque esté poco precisado conceptualmente y no carezca de ambigüedad, cosa por lo demás habitual en los panteísmos.

El de Stibal es una fuerza cósmica, que por sus características es impersonal, ya que puede ser compartido por quienes alcancen la cúspide de su iluminación, convertidos así –el término lo emplea ella– en “cocreadores”. No es muy diferente de la Madre Tierra de moda en el neopaganismo. Sin embargo, en las obras de Vianna Stibal lo encontramos tanto con esos rasgos, como entablando un diálogo continuado, algo que solo puede hacerse con un ser personal. Los gurús hindúes presentan todos ese peculiar sincretismo tan propio de sus creencias: cualquier expresión de la divinidad es válida… siempre que se entienda a su modo, como una encarnación de la fuerza cósmica suprema.

Ellos mismos suelen presentarse como seres divinizados por contener en grado superior esa energía que les proporciona la “conciencia cósmica”. Pueden de esta manera alegar que son una encarnación de la divinidad o unos seres particularmente iluminados por ella. Pero lo que ninguno se atreve a hacer es reivindicar un diálogo de tú a tú con esa divinidad. No son particularmente rigurosos, pero por lo menos llegan a comprender que eso supone la admisión de un Dios personal que arruina sus doctrinas. Stibal no parece darse mucha cuenta de ello.

De todos modos, hay elementos en Stibal que son tan ajenos a las religiones orientales como lo son a las monoteístas, y pertenecen más bien a la corriente New Age. El primero es que la técnica sustituye a la ascética. Se podrá decir que también hay y ha habido gurús venidos de la India que hacían promesas parecidas a las de Thetahealing recurriendo a técnicas sin esfuerzo, como por ejemplo el “burbujeante bienestar” de Maharishi [fundador de la secta Meditación Trascendental].

Sin embargo, en estos últimos se trata sobre todo de un reclamo, puesto que en la medida en que se avanzaba en sus cursos el iniciado se introducía en un mundo de meditación y ascesis que requería bastante esfuerzo por su parte. En Thetahealing no hay nada más detrás del reclamo. Nada del auténtico yoga, una práctica que va mucho más allá de una gimnasia psicofísica, pues supone una continua lucha para desprenderse de todo lo sensible para fundirse con el infinito y pasar así al nirvana.

Pero la diferencia más importante se refiere a la meta final, que es el aspecto más determinante de las religiones. En Oriente se trata de esa fusión con el infinito que hace perder la propia identidad al sujeto, que, caso de no conseguirlo, sufrirá una reencarnación con toda la carga negativa de las anteriores vidas –el karma– que tendrá que superar. En Stibal hay un final al más puro estilo de la Nueva Era, declaradamente tal. Aunque evita declararse explícitamente como la profetisa que introduce al mundo en la nueva humanidad –y de paso salva a la actual de la inminente hecatombe–, no hay más remedio de concluir eso cuando se leen sus escritos. Es la ilusión propia del neopaganismo contemporáneo: la salvación, e incluso la eternidad, intramundanas.

En resumen, ¿qué encontramos en Thetahealing? La respuesta es que un curanderismo revestido de un ropaje pseudocientíifico, unas ideas prestadas de las religiones orientales, una utopía de estilo New Age, e incluso alguna noción cristiana. Todo ello metido dentro de un caldero del que resulta una amalgama muy poco coherente, pero revisado una y otra vez para sonar cada vez más convincente, y para protegerse de posibles pleitos. Quizás pueda decirse que a poco que se analice salta por los aires. Pero ni la clientela lo analiza ni su propaganda está dirigida a ello: sencillamente, se emocionan… y lo compran.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Boletín Info-RIES nº 220

Les ofrecemos el último boletín de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES. Si desean subscribirse pueden hacerlo de manera gratuita en www.ries-sectas.tk.

Boletín Info-RIES nº 220 (24/11/11).

1. Thetahealing, o el curanderismo vestido de secta.
2. Las sectas, en una revista diocesana española.
3. Proponen realizar cirugía sin sangre para los testigos de Jehová en un hospital de Zamora (España).
4. Construyen un nuevo Salón del Reino de los testigos de Jehová en Almería.
5. La Iglesia Universal del Reino de Dios, una respuesta a la sed religiosa mexicana.
6. Haití, después del terremoto, entre el vudú, la brujería y las sectas.
7. Nueva Acrópolis organiza actividades culturales por toda Iberoamérica.
8. Una importante fiscal argentina, seguidora del Maestro Amor.
9. El 11/11/11, una fecha que ha dado mucho que hablar.
10. Una famosa médium inglesa pasa de la televisión a sesiones públicas en España.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Conoce las sectas 5x04

Les ofrecemos el último programa de "Conoce las sectas", el programa de Radio María de España, producido y dirigido por la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). En directo, en radio María de España todos los sábados cada dos semanas a las 20 h. (hora española).


SUMARIO: 

- Con nosotros hoy...: El vudú africano, con D. Vicente Jara. 
- Actualidad del sectarismo: con el sacerdote D. Luis Santamaría.

sábado, 19 de noviembre de 2011

La Iglesia Universal del Reino de Dios construye un templo de diez millones de dólares en Uruguay

La Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), también conocida como “Pare de Sufrir", invertirá más de 10 millones de dólares en su nueva “catedral” en la avenida 18 de Julio (una de las principales de Montevideo). Sus manejos financieros y religiosos están sospechados en varios países de la región pero en Uruguay la secta está exonerada de impuestos.

Así encabezaba el pasado 5 de noviembre su artículo, titulado “Trabajo divino", el redactor Sebastián Cabrera, en el diario uruguayo El País.

Una novedad urbanística en Montevideo

Un día tembló toda la manzana. Y tembló al día siguiente. Al otro y al otro. El viejo edificio de la automotora Passeggi caía de a poco y Mabel fue testigo privilegiada de ese proceso de demolición que duró varios meses, desde su terraza en el séptimo piso del edificio pegado a la obra. Y desde hace un año ve, desde esa misma terraza, cómo empieza a levantarse la imponente catedral de la IURD, más conocida como “Pare de Sufrir", en la avenida 18 de Julio, entre Martín C. Martínez y Pablo de María.

Al principio decían que venía Tienda Inglesa”, dice Mabel, presidenta de la comisión y a la vez la vecina más veterana del edificio, y es cierto que se consideró ubicar ahí una gran superficie. “¡Mi sueño siempre fue tener una Tienda Inglesa al lado!”. Sale a la terraza y mira a los obreros moverse de un lado para el otro como hormigas y a las grúas levantar y bajar materiales.

Pero esa obra no es de Tienda Inglesa. Será el primer templo construido por Pare de Sufrir en Uruguay, que hasta ahora compraba o alquilaba locales ya existentes, en general viejos cines. No hay dudas que es un punto de inflexión en su presencia en el país, que se inició a mediados de la década de 1990 pero se masificó a partir de 2000. Hoy tiene al menos nueve iglesias en Montevideo y 16 en el interior.

El nuevo templo -con frente vidriado, el doble de capacidad que la actual sala en el ex-cine Trocadero, un subsuelo para 90 autos, además de estudio de televisión y radio- será inaugurado a mediados de 2012 y costará más de 10 millones de dólares, según pudo confirmar Qué Pasa.

El arquitecto Fernando Santana, supervisor en representación del estudio Christoff-De Sierra, dice que la construcción que realiza la empresa Stiler costará unos ocho millones de dólares. Pero a eso hay que sumarle todo el mobiliario, desde las 2.500 butacas hasta los estudios de televisión y de radio. Y está el valor del terreno, de más de 4.000 metros cuadrados, que hoy supera los tres millones de dólares. A la iglesia le costó al menos dos millones cuando lo compró hace un lustro, según estimaron varias inmobiliarias. “Es un terreno casi único en 18 de Julio, con 50 metros de frente”, dice Santana.

La demolición del viejo local de la automotora, a cargo de Oddone y Zunino, costó unos 100.000 dólares. Un operador de la construcción estimó que el costo total de la obra de Pare de Sufrir “será entre 15 y 18 millones” de dólares.

En qué consiste la secta

Una inversión extraordinaria para esta secta neopentecostal de origen brasileño célebre por su fuerte estrategia de marketing y por darle gran relevancia a las curas, milagros y exorcismos. Y también porque el acto de dar diezmo ocupa un lugar prioritario en las ceremonias. Tan prioritario que, según se ha denunciado, los fieles son casi “extorsionados” psicológicamente para aportar dinero. Es una iglesia que en Brasil es investigada hace años y hace un mes recibió cargos por lavado de dinero (al menos unos 235 millones de dólares), fraude y asociación para delinquir. Tiene denuncias similares en varios países latinoamericanos.

Posee 50 radios y 70 emisoras de televisión (entre ellas Rede Record, la segunda más grande del país), cines y un banco. Cuenta con un brazo político: el Partido Republicano Brasileño, socio de la coalición que apoya a la presidenta Dilma Rousseff. Una secta con ocho millones de fieles en unos 140 países, desde Alemania a Mozambique. Es la multinacional brasileña con más sucursales en el mundo.

Y en Uruguay está eximida de pagar impuestos. Al igual que todas las instituciones religiosas, esta iglesia no paga tributos debido a que el artículo quinto de la Constitución declara “exentos de toda clase de impuestos a los templos” de “las diversas religiones”. El director general de Rentas, Pablo Ferreri, dice que no corresponde a la Dirección General Impositiva decidir qué es “justo o correcto” y que el tema en todo caso debe tratarlo el Parlamento. “No parece lógico decir ‘a esta sí y a esta no’. ¿Dónde pongo el límite? ¿Una sinagoga sí? ¿La Iglesia católica? ¿Y cualquier otra religión o secta?”, se pregunta.

La gran catedral montevideana, de todos modos, será algo pequeño al lado de la catedral que se construye por estos días en San Pablo y que estará pronta en 2014. Según anunció el obispo Edir Macedo -fundador de la IURD-, tendrá una altura similar a la de un edificio de 18 pisos y casi dos veces la altura de la estatua del Cristo Redentor. Y con sus 126 metros de largo por 104 de ancho, será más grande que una cancha de fútbol. Es una réplica del Templo de Salomón en Jerusalén, donde entrarán unas 13.000 personas y la obra costará 200 millones de dólares, según informó la BBC. Para este informe Qué Pasa intentó infructuosamente contar con la versión de la IURD, que finalmente no respondió un cuestionario enviado vía mail.

Templo millonario

La obra, que se inició en octubre de 2010, ocupa casi media manzana y el predio da a 18 de Julio y a la calle Colonia. Al frente tendrá un hall principal (en el cual ya se ven unas enormes columnas) con dos niveles, donde también funcionarán las aulas de una escuela bíblica.

El estilo contemporáneo y “renovador” del templo, con su enorme frente vidriado, se debe a la idea de “ir aggiornando la imagen” de la secta. Santana dice que eso tal vez “responda a impulsos personales de algunas autoridades” y cuenta que la imagen de esta nueva catedral recibió “algunas reticencias en varios pastores de la propia iglesia, que prefieren obras más neoclásicas, con muchas columnas”.

La sala central tendrá 40 metros de ancho por 50 de profundidad y ocho metros de alto, con techo de chapa a dos aguas y 2.500 butacas. En el actual local, en el ex-cine Trocadero, entra la mitad de gente: 1.241 personas. Abajo de la sala habrá un subsuelo con capacidad para más de 90 autos. “Hay fieles que tienen muy buen nivel socio económico; no son todos pobres”, dice una fuente cercana a la institución.

Al fondo de la sala, habrá un edificio de cuatro pisos con baños y vestuarios, una sala pastoral para 250 personas y oficinas. Y más al fondo, sobre la calle Colonia, se usará una parte vieja del edificio de Passeggi que no fue demolida debido a que “no daba la plata”. Esa estructura será reciclada para construir estudios de radio y televisión y apartamentos para los obispos. En la azotea habrá una subestación de UTE.

La actual sede de la iglesia en el ex-cine Trocadero en 18 de Julio y Yaguarón, en tanto, ya fue vendida y todo indica que allí funcionará una “gran tienda”, dice una fuente cercana a la secta. A fines del año pasado el portal Infonegocios mencionó la posibilidad de que se instalara Zara, pero la empresa lo negó ante la consulta de Qué Pasa.

Disputa por la construcción

Al llamado para construir la obra se presentaron Stiler (que resultó ganadora), Sacem, Campiglia y la brasileña Acta, propuesta por la secta. “Las empresas constructoras top five se sacaron las ojos”, dice un empresario del rubro. Y agrega: “No hay mejor cosa que trabajar con la gente de esta iglesia, paga súper en fecha”.

Santana lo confirma: “En nuestro ramo una de las tareas más difíciles es poder cobrar… En ese sentido, ellos son un buen cliente”. El proyecto original fue realizado por un estudio argentino y luego adaptado por el estudio uruguayo Christoff-De Sierra, que ya había trabajado en otros proyectos para ese mismo predio, incluyendo edificios y un supermercado. Santana especula que la iglesia generará un enorme movimiento “en una zona que estaba muy deprimida”.

Mabel, presidente de la comisión del edificio pegado a la iglesia, admite que en el futuro mejorará el ambiente en la zona, pero hoy está más preocupada por las fisuras provocadas en el pozo de aire. Así, los vecinos contrataron un abogado y arquitectos para hacer un reclamo económico por esa rotura y para que la constructora pague por el uso de la medianera. Mabel espera que Stiler cumpla y arregle lo que rompió, pero eso será recién al final de la obra. “Lo arreglan o vamos a juicio”, dice.

En el predio trabajan unas 120 personas. La Intendencia Municipal de Montevideo le aprobó todos los permisos de construcción, después de que la secta levantara varias observaciones. Pero el director de Espacios Públicos, Daniel Espósito, dice que le llama la atención “de dónde sacan tanta plata”. Y pide que se reflexione “cómo progresan tanto estas iglesias”.

Se sabe que el diezmo y las ofrendas ocupan un lugar relevante en los cultos de Pare de Sufrir (a veces casi la mitad del tiempo de la ceremonia), pero cuesta creer que sea suficiente para financiar los más de 10 millones de dólares.

Una mañana de sanación

Estoy con los ojos cerrados y la mano en el corazón, parado a tres o cuatro metros del estrado de la secta Pare de Sufrir, en el salón del ex-cine Trocadero. “¡Quema! ¡Quema! ¡Quema!”, me grita enfurecido un pastor jovencito mientras me presiona la cabeza con sus dos manos. Esta es mi primera (y quizás última) ceremonia de la IURD.

Pasan unos minutos de las 10 de la mañana y el enorme salón, en penumbras, está casi vacío. Somos cuatro. A mi lado, una señora mayor bajita y algo encorvada, un anciano con una larga barba blanca y sobretodo oscuro, además de una mujer algo más joven y obesa. Al menos por su vestimenta, las tres personas parecen de origen humilde. Desde el hall se escuchan gritos: un pastor le está sacando “el diablo” a una mujer y a su hijo.

Yo había llegado puntualmente para la ceremonia de las 10. Me senté en tercera fila y enseguida un pastor me pasó agua por la frente y me invitó a pararme. Y acá estoy, con los ojos cerrados y un hombre gritándome al oído. “¡Salga el diablo! ¡Quema, quema! Salga toda enfermedad, todo sufrimiento”, grita él, con el inconfundible acento brasileño. Al rato se tranquiliza. “Ahora puede hablar bajito con el Señor, está curado”, me susurra, aunque yo nunca le comenté que estuviera enfermo. “¿Se siente mejor?”, pregunta él. Es martes, día de reunión de sanidad, día de curar enfermedades. A la señora bajita y encorvada le acaban de curar la diabetes, por ejemplo.

Después de cumplir el mismo rito uno por uno, el pastor me mira y me pregunta si es la primera vez que vengo. Pero justo me llega un mensaje de texto al celular. “Atienda el teléfono si quiere”, me dice él. La señora a la que le curaron la diabetes le pide un sobre para “poner el diezmo”, pero el pastor nos invita a ponernos en ronda, tomarnos de la mano y cerrar los ojos. Ellos (los tres fieles y dos pastores) empiezan a cantar una canción. Todos la saben de memoria. Intento seguirlos al menos con la tonada.

Después los pastores desaparecen y los cuatro nos sentamos en primera fila. La señora bajita me aconseja: “Seguí viniendo, sabés, no vayas a cortar. No cortes”. Y dice que ella participa desde hace trece años pero una vez “cortó” y le fue horrible. “Vos no pares, no cortes”, insiste. Le pregunto por qué hay tan poca gente hoy. “No sé, será la hora", dice. Hay cuatro sesiones diarias y parece que la de la noche, a las 20, es la más concurrida. Además de esta sede, hay iglesias en Cerrito de la Victoria, Cerro, Colón, Paso Carrasco, Paso Molino, Piedras Blancas, Punta de Rieles y Unión. Y 16 locales en el interior. Tienen transmisión de radio y televisión las 24 horas por la web, y también un programa en Canal 4.

Cada día hay una temática distinta en el templo. El viernes es la sesión de descarga espiritual, donde se hacen liberaciones y exorcismos. Los sábados de tarde es la reunión de los casos imposibles, donde solucionan desde “vicios a enfermedades o empresas en quiebra”.

Los dos pastores vuelven a aparecer acá en el ex-cine Trocadero y uno de ellos me pide que regrese el viernes, justo el día de “deshacer las obras del diablo”. Me da un cuadernito donde debo poner mi nombre este viernes, que será el día “para deshacer las obras que son hechas en el cementerio”. La “acción del mal”, explican ahí, se presenta “en el cementerio, en la encrucijada, en la carretera, en los portones, en las pedreras, en el bosque y en la cascada”. No me queda claro pero igual guardo el cuadernito.

El pastor me saluda. “Lo veo el viernes, ¿okey?”. No me pide plata, pero a mí se me acaba de caer -sin querer- una moneda. No la levanto, ellos tampoco, y salgo de la sala. La moneda, creo que de dos pesos, quedó ahí en la butaca. Fue mi primer aporte económico a la IURD.

La opinión de un psicólogo

El psicólogo Alvaro Farías, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), dice que Pare de Sufrir usa técnicas de lavado de cerebro que buscan aniquilar el “sentido crítico de la persona”, algo típico de estas sectas de origen pentecostal.

Y cuenta una técnica que usan cuando se hacen sanaciones o exorcismos. “Todo empieza con cantos en un nivel de volumen uno, eso aumenta, aumenta, hasta que entra el pastor y se llega al volumen máximo”, relata Farías. “De golpe hay un corte abrupto y se baja otra vez a un volumen mínimo, lo que genera descargas de neurotransmisores del cerebro, que da analgesia temporal, un alivio del dolor, que es lo que se atribuye a los milagros”. Así, según el psicólogo, a una persona con artrosis de cadera le dicen que “se sanó”.

Y cuando alguien se desmaya o tiene una crisis de convulsión por ese ambiente intenso, hay una “atribución diabólica” y “sólo Pare de Sufrir puede curarla”.

- ¿Recibe consultas de familiares de personas que van a Pare de Sufrir?

- Sí, y relatan casi lo mismo que las familias con hijos adictos a la pasta base. Quedan solos y venden el televisor o lo que sea para diezmar para la secta. Hay que diezmar para que Dios te salve y ser próspero. Es una forma de comprar en cuota los milagros.

- ¿Y qué le piden los familiares?

- Quieren tratar de ayudar a la persona para que pueda salir. Pero el ingreso a una secta no es el resultado de un acto, sino la consecuencia de un proceso donde la salud mental de la persona ya estaba comprometida.

- ¿Conoce a alguien que haya salido del grupo y se haya recuperado?

- No. En general salen destruidos a nivel [p]siquiátrico y en bancarrota. Quedan con la familia fracturada y además sin trabajo.

Teología de la prosperidad

Pare de Sufrir es una pirámide en cuyo vértice hay quince obispos. Abajo, miles de pastores que reciben un porcentaje de lo recaudado. Luego le siguen “obreros", que desempeñan tareas de menor rango como atender el teléfono o pasar la bolsa del diezmo.

Miguel Pastorino -director del Departamento de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Montevideo y miembro fundador de la RIES- dice que la IURD tiene “mucho poder económico” a nivel mundial y estima que la construcción del templo “no sale del dinero de las ofrendas de la gente de Uruguay”, sino que viene del exterior. “Ellos han montado templos gigantescos en países muy pobres”, dice Pastorino. “Tener esos edificios monstruosos es una forma de impactar, más allá de la feligresía que se convoque”.

Pastorino explica que Pare de Sufrir forma parte de la corriente de la “teología de la prosperidad”, centrada en lo económico, que sostiene que “cuanto más dinero doy, Dios más me va a bendecir”. Así, la IURD hace la plata de forma simple: “Los fieles son incentivados (cuando no extorsionados psicológicamente) a donar su diezmo o sumas más altas de dinero y propiedades”.

El sociólogo Néstor Da Costa, especializado en religiones, sostiene que el diezmo es considerado sagrado por Pare de Sufrir. Y cita una frase del líder, Edir Macedo: “El dinero es para la iglesia lo mismo que la sangre es para el cuerpo físico”.

Mientras escucha los ruidos de la obra vecina, Mabel todavía recuerda aquel domingo en que Pare de Sufrir realizó una ceremonia después de la demolición del viejo edificio, y puso la piedra fundamental de la obra. “Vinieron fieles y barrieron todo un día entero. Luego pusieron como 3.000 sillas”, cuenta hoy. “Cantaban y cantaban”. Y, al final, pasaron bolsas color bordó para recoger el diezmo de los fieles. Un detalle que nunca falta.

Cómo ser un diezmista fiel es un libro de este movimiento neopentecostal donde se explica que el “diezmo es el 10% de las rentas salariales, beneficios empresariales, trabajos esporádicos o ayudas económicas”. Y debe darse en forma “exclusiva” a la secta y no a “personas carentes o necesitadas”.

Todo empezó en 1977 cuando Edir Macedo (hoy de 66 años) abrió una pequeña iglesia en Río de Janeiro, mientras trabajaba como cajero de la lotería. Al principio no le iba bien, hasta que una feligresa le donó dinero y compró 10 minutos en una radio. Ahí empezó el éxito. Hoy solo en Brasil tiene 9.000 templos.

Las acusaciones económicas

En la denuncia presentada en setiembre por la Fiscalía de San Pablo contra el “obispo” Edir Macedo -fundador de la IURD- y otros tres dirigentes por fraude, lavado de dinero y evasión hay un vínculo local en Uruguay. La denuncia señala que la secta sólo declara al fisco el 10% de lo que recauda. El resto es convertido a dólares y enviado a paraísos fiscales y cuentas en Uruguay, Estados Unidos, Reino Unido y el Caribe.

El Ministerio Público indicó que el dinero es obtenido con “estafas” a los fieles mediante “falsas promesas y amenazas de que el socorro espiritual y económico solo alcanza a aquellos que se sacrifiquen económicamente por la iglesia”. Uruguay por ahora no investiga a Pare de Sufrir, pero una fuente de Inteligencia dijo que están en “alerta” por si Brasil pide colaboración.

Fuente: El País (Uruguay)

martes, 15 de noviembre de 2011

Nostradamus y el fin del mundo en 2012

Fragmentos de apocalipsis (4)

Volvemos al visionario francés, que nos sigue proporcionando materia para escribir. Quién sabe si no le dedicaremos más artículos… pero como yo no tengo el don de la profecía, no puedo asegurarlo. Así que retomamos la figura de Michel de Nôtre-Dame, el célebre médico y agorero del siglo XVI que ha dado juego a lo largo de su posteridad para atribuirle mil y un aciertos en su libro de las Centurias. Después de presentarlo en el artículo anterior, ahora nos toca ver qué relación tiene Nostradamus con las predicciones que apuntan al año 2012.

En 2007, ya pasados y olvidados los furores milenaristas del año 2000, el canal de televisión History Channel emitió un documental titulado El libro perdido de Nostradamus, y que consta de dos capítulos. Es el típico producto posterior al hallazgo de un documento histórico antes oculto cuya veracidad se afirma sin contemplaciones y cuyo valor se magnifica sin medida –algo así como lo que sucedió hace unos años con el Evangelio apócrifo de Judas–. A mediados de la década de los 90, la periodista italiana Enza Massa descubrió un libro peculiar en la Biblioteca Nacional de Italia, y se dio cuenta de que se le atribuía al visionario francés (así que de perdido, nada). Dicha obra, bajo el título de Códice de vaticinios de Nostradamus, tiene ochenta ilustraciones atribuidas al famoso profeta provenzal. A partir de este hecho, el reportaje televisivo en dos entregas elabora un interesante argumento que intentaré sintetizar a continuación.

El mundo está muy mal –no hay mejor inicio para estas cosas– y cobran actualidad las profecías de Nostradamus. “Ha habido otros profetas, pero ninguno tan increíble” como él, dice uno de los expertos consultados por History Channel (que, por cierto, no son otros que videntes, estudiosos del agorero, especialistas en profecías y gente del estilo). Puesto el marco, llega la historia del hallazgo del códice por parte de la periodista italiana, que en cuanto vio la acuarela con una torre en llamas “se dio cuenta” de que anticipaba, varios siglos antes, los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York de 2001. ¡Cómo no! Los expertos del documental constatan cómo después del 11-S “todo el mundo pensó en Nostradamus”, que habría aludido en sus Centurias a este lamentable suceso.

El nuevo libro sería el correlato pictórico a los versos interminables y oscuros del visionario, y en el reportaje se desgranan los acontecimientos que en uno y otro lugar, en prosa y en dibujo, habrían sido predichos por Nostradamus: la Revolución Francesa, la Primera Guerra Mundial, el nazismo y el comunismo, la guerra fría, etc. Junto a esto, un ingrediente que no puede faltar en este tipo de ensaladas: la conspiración de la Iglesia católica para ocultar o neutralizar el documento. Por contener éste el avance de sucesos alarmantes para la humanidad, habría sido ocultado durante estos siglos por el Vaticano, ya que, además, las profecías no dejaban bien parada a la Iglesia, con ilustraciones de Papas amenazados. Estos dibujos, en concreto, se han relacionado en nuestra historia reciente con los pontífices Juan Pablo I y Juan Pablo II (en concreto, la prematura muerte del primero, que habría sido envenenado, y el atentado perpetrado por Alí Agca contra el segundo). Como puede verse, lo típico en estas tramas conspirativas y esotéricas.

En el documental se juega constantemente con la intriga, ya que se va avanzando cada poco el aviso de que todo culmina, en el libro ilustrado, “en una predicción de asombrosa magnitud”, y que nos lleva “hacia un futuro incierto”. Entre los presagios, no muy claros, una gran cruzada islámica y diversas catástrofes. En el horizonte, el fin de la historia y/o el inicio de un período completamente nuevo. Con esta incógnita en el aire termina la primera entrega, y la segunda avanza lo que el espectador está deseando contemplar: “Cómo se producirá el fin del mundo”. Al menos puede verse el lado “práctico y formativo” del documental. Y ahora viene lo bueno. El rigor y la seriedad de la producción quedan reflejados en la voz en off que inicia el reportaje: “una sobrecogedora serie de ilustraciones proféticas que supuestamente revelan con precisión la fecha y hora de un aterrador acontecimiento que supondrá nuestra destrucción”. No me digan que no es sensacionalista. Si esto es lo habitual en el que se autodenomina “Canal de la Historia”…

Y vuelta a lo mismo sobre el libro supuestamente escrito por Nostradamus, con afirmaciones como las siguientes: “leyendo sus profecías nos damos cuenta de que sabe que se aproxima algo de gran envergadura”, o “son tan oscuras como alarmantes”. Se habla, por ejemplo, del empeoramiento de la situación de la Iglesia en el mundo, y los expertos ven en una ilustración el anuncio del pontificado de Benedicto XVI. Según un especialista, “nos está diciendo que la Iglesia católica será destruida. Creo que esto sucederá justo antes del fin. La gente rechazará a la Iglesia católica, lo cual ya está sucediendo significativamente en este momento”. Otro habla del exilio del Papa que suceda al actual. Y cosas peores, ya que a la comunidad de los creyentes le acecha un peligro mayor que los escándalos y problemas que ha tenido hasta ahora: “daños físicos, guerra, terror, destrucción… algo en esa línea”, escuchamos.

Nos encontramos, según el hilo argumental del reportaje, en un cambio de era, lo que explicaría el momento turbulento actual. Además de sacar a pasear el “coco” de la amenaza islamista, no puede faltar la otra figura típica de los temores milenaristas, extraída del libro del Apocalipsis: el Anticristo. Una figura temida por toda la humanidad, según explica el guión, y que Nostradamus habría visto encarnado en tres figuras que no llegó a conocer: Napoleón, Hitler y Osama ben Laden. En cuanto al último de los tres anticristos, una experta señala que “él es el que provocará el apocalipsis independientemente de cómo suceda”.

Otro dato que destaca el documental es que el visionario francés habría escrito el libro precisamente para esta época, para que fuera conocido por toda la humanidad –¿a través de este canal de televisión, quizás?– justo antes del fin. Pero, obviamente, como dice uno de los especialistas en la materia, “no podemos comprender los dibujos hasta que llegue el momento adecuado”, lo que sospecho que quiere decir que las profecías se interpretan después de su supuesto cumplimiento, un ejercicio ya típico en este ámbito, y que denota muy poca creatividad –y un escasísimo riesgo de fracaso, por supuesto–.

El reportaje sigue aumentando el embrollo, ya que, según algunos, el libro tendría también un mensaje oculto que mezcla astrología y Biblia. Las siete ilustraciones finales darían la clave de la obra –y el desenlace que ya tarda en llegar, y que ansían los espectadores–: cómo y cuándo tendrá lugar el fin del mundo. Se habla de una alineación solar en el centro de la galaxia, y de un mensaje cifrado en los dibujos, que precisamente habría querido ocultar la Iglesia católica, ya que anuncian el momento en el que sucederá el apocalipsis. La alineación astral prefigurada en el libro profético sólo se da una vez cada 13.000 años. La cuestión es que la última vez que se dio fue en torno al año 11.000 a.C., “lo cual significa que el fenómeno está a punto de volver a ocurrir”. De hecho, un experto dice que hay una imagen que “muestra el momento justo en el que llegará el apocalipsis”.

Se interpreta que hay eclipses solares y lunares en un dibujo, lo que correspondería al período entre 1992 y 2012. Y, claro está, el año 2012 tiene una “gran importancia planetaria”, cuya única referencia en Occidente sería este libro atribuido a Nostradamus, y que coincidiría con la fecha señalada por otras culturas, como los mayas. El núcleo de la predicción sería el siguiente: cuando se alinee el sol con el centro de la galaxia, que es el centro de la humanidad, llegará el punto crítico, se acabarán los recursos y todo se agotará. Eso sí: en esta ocasión Dios no empleará el agua para la destrucción (en alusión al primitivo diluvio universal), sino el fuego.

Y el remate del documental, como siempre sucede en este tipo de productos, viene marcado por una pregunta que se deja en el aire y por una afirmación igualmente ambigua. El interrogante lo plantea así el guionista: “¿Se están deteniendo las agujas de nuestro reloj cósmico? Ésa es la pregunta que subyace no sólo tras estos dibujos, sino también tras los inquietantes titulares que leemos a diario”. Y, a continuación, la conclusión, que ha sido muy medida en su indeterminación: “Tal vez nunca sepamos si Nostradamus tuvo algo que ver con este extraño e impactante manuscrito. En cualquier caso, aunque las páginas del libro perdido contengan más preguntas que respuestas, más miedo que esperanza, hay quien opina que éste era su propósito”. Termina el doble reportaje y uno se queda como al principio, ya que no se ha demostrado nada, y se han echado por tierra todos los métodos utilizados por los historiadores, para proponer hipótesis y fantasías de lo más variopinto. Un buen ejemplo, por tanto, de subcultura apocalíptica actual, que llega a la población a través de productos audiovisuales de formato atractivo que consiguen, al menos, sembrar la duda y el miedo en la gente.

Fuente: En Acción Digital

lunes, 14 de noviembre de 2011

Boletín Info-RIES nº 219

Les ofrecemos el último boletín de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES. Si desean subscribirse pueden hacerlo de manera gratuita en www.ries-sectas.tk.

Boletín Info-RIES nº 219 (13/11/11).

1. La nueva religiosidad sigue estando presente en casas católicas de ejercicios.
2. La fecha del 11/11/11 volvió a centrar la atención del esoterismo.
3. La Iglesia Universal del Reino de Dios construye un templo de diez millones de dólares en Uruguay.
4. El retiro de Harold Camping, una lección para los falsos profetas y para los incautos.
5. Juzgan por segunda vez a una filial francesa de la Cienciología por estafa.
6. Los problemas de un mormón en su carrera hacia la Casa Blanca.
7. Kabbalah: el año 2012 y la llegada de la era mesiánica.
8. Varios países iberoamericanos viven sucesos relacionados con rituales y satanismo.
9. Cuando las sectas usan Halloween.
10. Relacionan a Aleister Crowley con las muertes de la “maldición de Tutankamón”.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Ejercicios espirituales… y una pizca de reiki

Publicamos a continuación un nuevo artículo de Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), publicado en la revista religiosa En Acción Digital.

No gana uno para sustos. Había dejado en el baúl de los recuerdos (o en su equivalente virtual en el ordenador) un curioso programa de actividad “católica” para el verano que ha quedado atrás, ocupado como estaba en los menesteres de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid. No es nada del otro mundo, pensé yo. Y en la víspera de esa fecha tan redonda del 11/11/11 me ha venido a la memoria por otra cosa que he encontrado.

Y empiezo por la última: mañana se celebrará en una ciudad española una “Gran Fiesta Cósmica. Portal 11:11. El Detonador de la Memoria”. Debajo de una ilustración galáctica, se aclara un poco más el tema para los lectores estupefactos: “El 11 de enero de 1992 tuvo lugar la Gran Activación Planetaria llamada el Portal 11:11, y se cerrará el 11 de Noviembre de 2011. Por este motivo durante esta fecha, en todo el planeta, se realizarán Movimientos, Encuentros Unificados y Meditaciones Mundiales”. Uno de estos encuentros, como digo, tendrá lugar en una ciudad de nuestro país. Hasta aquí, nada extraño, acostumbrados como estamos a las variadas ofertas de las nuevas espiritualidades, algunas de las cuales aprovechan estas fechas simbólicas y atrayentes para sus celebraciones.

Lo más sorprendente aparece después de leer el programa de la actividad, y es precisamente el lugar donde se realizará este evento de trascendencia cósmica: la Casa de Ejercicios Espirituales de la localidad. Sin más apellidos, se puede suponer bien que se trata de la Casa Diocesana de Ejercicios. No digo cuál es la ciudad –aunque gracias a Internet es tremendamente fácil de localizar– porque mi propósito es dar el salto de lo anecdótico de este acto a una llamada de atención sobre un problema serio que, lamentablemente, se repite mucho en tantos y tantos lugares católicos que, estando llamados a ofrecer un espacio de espiritualidad centrada en Cristo y en la fe de la Iglesia, prestan su espacio y su nombre a actividades cuanto menos dudosamente compatibles con el cristianismo (y con una religiosidad seria, sea o no cristiana).

No me resisto a entrar un poco más en lo que tiene previsto celebrarse en esa Casa de Ejercicios católica, a unas pocas horas de su inicio. A los profanos se nos explica en la web de la asociación organizadora (en la órbita esotérica de la Nueva Era) que a mucha gente se le han “aparecido” estas cifras repetidas, por ejemplo en los relojes digitales. Por otra parte, creo que no descubren nada nuevo, ya que es obvio que a todo el mundo que tenga un reloj de este tipo, una o dos veces al día puede ver la hora 11:11. Como tantas otras, miles y miles. Que esta es más llamativa, lo saben bien los niños. Pero no pasa de ser una curiosidad para mentes infantiles. Pues bien, dando un paso, nuestros amigos nuevaeristas dicen que “El 11:11 es un Portal Cósmico, el puente de transición energética entre los niveles de Conciencia de la dualidad y la Unidad, es tu llamado al Despertar a la Memoria y a nuestra Verdad Universal”. Éste es el meollo de la cuestión, por lo que se ve.

Cuando aparece el número 11:11 parece que se reactiva nuestra “memoria celular”, y entonces “se abre un canal directo entre lo invisible y tú”. Ante esta información ciertamente misteriosa, no sabemos si se trata de una revelación divina del Todopoderoso o de una conexión mediúmnica con un espíritu errante, pero la cosa es que se sintoniza con algo superior. De hecho, “la aparición del 11:11 es también una importante confirmación de que estamos en el camino correcto, alineados con nuestra verdad más elevada”. Lo siguiente es un discurso sobre los portales cósmicos, la energía galáctica, la apertura de la conciencia, etc. Abriendo esos portales cósmicos, se produce la “Ascensión del Planeta”, y progresivamente “recuperaremos nuestra Libertad Personal, nuestra Verdad Personal, nuestra Realidad Personal y nuestra Integridad del Ser Personal”.

Este proceso de transformación espiritual interior tiene su correlato cósmico –y milenarista, diría yo– de evolución, y “por eso el año 2011 es un año muy importante de Reconexión Interior en nuestra graduación como seres galácticos, ya que hemos superado el Ciclo Galáctico de aproximadamente 26.000 años, para iniciar el nuevo Ciclo Ascendente. Nuestro planeta ha iniciado definitivamente su Ascensión, ya hemos tomado el camino del conocimiento, el sendero de la Luz”. El lenguaje alcanza cimas panteístas o, al menos, divinizadoras del ser humano –como es lógico en la Nueva Era– al afirmar: “ahora es el Tiempo para la Reconexión Interior. Reconexión con tu propósito verdadero, la Misión de tu Alma. Reconexión con la Verdad de tu Ser Divino. Reconexión con todo el Universo”.

Si todo esto es la motivación, uno puede imaginarse el contenido del encuentro: meditaciones guiadas para el Portal 11:11, meditación con “Música Akáshica de Reconexión Eywa” (en resumen, una melodía que nos reconecta con nuestra Esencia Divina escuchando a Eywa, que es la Memoria Universal), sesiones de reiki, sesiones de sanación a la Tierra, bailes de la luz, mandalas, etc. Para esto hay que ir equipado con varias cosas, entre las que destacan un Diario de Informes Akashicos, una vela blanca y violeta y un cristal de cuarzo blanco (“limpiado un día antes al sol, para programarlo y alinearlo durante el encuentro”). Las ponencias no hace falta que se detallen, pues van en esta línea, y los encargados de pronunciarlas exhiben en sus curricula “disciplinas” tales como la Maestría de Reiki en sus diversas modalidades, la Pedagogía Holística y Niños de la Nueva Era, Magnified Healing, Terapia Regresiva, Yoga, Ufología, Homeopatía y un largo catálogo.

Del desarrollo del encuentro sí quiero destacar una cosa, que me parece bastante grave. Las comidas tendrán lugar en el comedor de la Casa de Ejercicios, como es natural. ¿Las ponencias? No se detalla. Lo que sí aparece señalado es el momento final del evento, la “Meditación Mundial 11:11: Grupo de Observadores Silenciosos”, que será en la Capilla del centro católico, “para aquellos que se encuentren alojados en el albergue o deseen acercarse hasta allí para participar con nosotros y experimentar el fluir de la energía”. Y me pregunto: ¿una capilla es un espacio adecuado para esta actividad? Y me respondo automáticamente: no, de ninguna manera. Sobra explicar aquí las razones.

Un local diocesano de espiritualidad va a servir para esto. Lamentable, se mire desde donde se mire. ¿Por qué se les han abierto las puertas? No se puede alegar desconocimiento, porque todo lo que he traído aquí es información pública. Los centros católicos, tanto diocesanos como pertenecientes a institutos religiosos, siguen siendo parasitados por sectas y grupos de la órbita de la Nueva Era, con lo que supone de confusión, de difusión de “cosas raras” y de legitimación de los propios movimientos. La Iglesia católica ha hablado con claridad sobre este tema, tanto a nivel universal (con la “Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre algunos aspectos de la meditación cristiana” de 1989) como a nivel particular (dos ejemplos son la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, con un documento doctrinal sobre el reiki, o la Archidiócesis de Burgos, con unos criterios para la aceptación de grupos en los centros de espiritualidad).

Y, para terminar, la actividad del verano. No sé si a algunos el calor estival les induce a la confusión, o los priva de la capacidad de discernimiento. El caso no fue la ocupación de una casa de espiritualidad por parte de un grupo o corriente de la Nueva Era, sino un movimiento católico laical de cobertura nacional que organizó una actividad titulada “Ejercicios espirituales y salud integral bajo la guía de Ignacio de Loyola y con técnicas múltiples”. Si el título es confuso, es porque responde totalmente al contenido. Baste con decir que la jornada de estos ejercicios no se iniciaba con Laudes ni nada semejante, sino con un “Encuentro de los hermanos y comunión integral” que consistía, tras el “saludo y adoración a Dios”, en un momento de “yoga, chacras, ráfagas de amor…”. En el horario vespertino podían verse talleres de reiki, chacras, biomagnética, integración personal, etc. ¿Quién lo dirigía? Un sacerdote diocesano español, responsable nacional de este movimiento católico.

Creo que esto es un paso más allá de lo que he comentado anteriormente. No sólo “los dejamos entrar”, sino que ya los propios sacerdotes y agentes de pastoral ofrecemos estas actividades. Me parece preocupante, muy preocupante.

Fuente: En Acción Digital